De la reducción del consumo eléctrico de Castelló al reciclaje orgánico

Así son las medidas sostenibles que se han impulsado en Castelló

De la reducción del consumo eléctrico de Castelló al reciclaje orgánico
05/01/2021 -

Las ciudades deben ser cada vez más sostenibles y por ello mismo se lucha en la capital de la plana, donde el Ayuntamiento de Castelló ha implementado diversas medidas a lo largo del 2020 con este fin. Desde la reducción del consumo eléctrico a la llegada del contenedor marrón, poco a poco cada vez más gente se implica en los cambios para conseguir un presente y futuro mucho más respetuoso con el medio ambiente.

Consumo eléctrico

A principios de año, el Ayuntamiento de Castelló agilizó el proyecto de renovación de las luminarias de la ciudad para reducir a la mitad el coste del consumo eléctrico para las arcas municipales. La alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco explicó que esta acción les permitía un ahorro energético del 50% como mínimo sobre el consumo de energía eléctrica.

Gestión de los recursos híbridos

A finales de agosto, la Concejalía de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló puso en marcha una mejora en una de las estaciones de bombeo del Grau, ante el Planetari, para avanzar hacia una gestión más sostenible de los recursos hídricos: la actuación permite derivar en época seca a la red de saneamiento el agua que se acumula en los colectores cuando no hay episodios de lluvia, agua procedente del riego o de los baldeos de las calles, evitando que llegue al mar sin tratar, y volviendo para ser tratada.

El proyecto evita la contaminación de aguas residuales en la acequia del Camí Vell de la Mar y también minimiza las inundaciones que se producen en la zona por su bajo nivel freático.

Llegada del orgánico

Otra de las medidas esenciales que se puso en marcha la recogida selectiva de residuos orgánicos. Este proyecto ha permitido reforzar las rutas de retirada de desechos en la ciudad y se han incorporado ocho nuevos vehículos en la flota. Cuatro de estos son camiones recolectores ecológicos, impulsados por gas natural comprimido, un sistema que reduce las emisiones de dióxido y los ruidos. Además, este sistema tiene como objetivo recuperar 20.000 toneladas anuales de estos restos y consolidar la tendencia al alza del reciclaje en la ciudad.

Esto se ha complementado con la instalación de 150 nuevos contenedores amarillos cedidos por Ecoembes, a través del convenio firmado junto con la Generalitat Valenciana. Gracias a la nueva dotación, la ciudad dispone de cerca de 700 contenedores para que la ciudadanía deposite envases de plástico, latas y brics.

Estas medidas han tenido muy buen recibimiento entre la ciudadanía. El equipo de educación ambiental del Ayuntamiento de Castelló realizó un sondeo sobre el uso de los nuevos contenedores marrones instalados en la ciudad en el que vio que la valoración del nuevo sistema de reciclaje es positiva, tanto por parte de la ciudadanía como de los comercios. El 87% de las personas encuestadas se mostró favorable a utilizar los sistemas de separación de restos orgánicos, el 78% conoce el funcionamiento de la recogida de la orgánica y el 61% sabe qué tipos de residuos se pueden tirar al contenedor marrón. Y entre los comercios el porcentaje de aceptación de personas dispuestas a reciclar la materia orgánica se sitúa en el 76%.

Por otra parte, desde el Ayuntamiento se emprendieron más de 150 acciones informativas para fomentar el reciclaje de orgánica a través de la campaña ‘Un marró de tots’ que acabó en noviembre. Las actividades para concienciar se desarrollaron a pie de calle y en visitas a entidades vecinales y otras asociaciones y grandes productores como hostelería y comercio de alimentación.

Actualización del Plan de Quemas

Para avanzar hacia la economía circular, se actualizó el Plan de Quemas Municipal tras 23 años. De esta manera, se divide el municipio en dos zonas: en la Zona Primera, las quemas están permitidas del 17 de octubre al 31 de mayo con dos horarios; desde el amanecer hasta solo las 11 horas (zona a menos de 30 metros de la parte forestal); y desde el alba hasta las 13.30 entre 30 y 500 metros de bosque. En la Zona Segunda, las quemas son posibles todos los días desde el amanecer hasta las 15 horas. Cuando las condiciones meteorológicas son adversas, las autorizaciones quedan canceladas.

También Castelló impulsó un nuevo plan de formación dirigido a agricultores para ayudar a avanzar en innovación agroecológica al sector y reforzar su profesionalización. El programa de formación integrado por tres cursos dio nociones sobre el inicio en la actividad agraria, la puesta en marcha y diseño de obradores para la transformación de los productos primarios y sobre cubiertas verdes, para aumentar la puesta en valor del ecosistema que se genera en una finca agraria.

El compromiso no acaba aquí

El concejal de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló, Fernando Navarro, reafirma el compromiso del equipo de gobierno en adherirse al nuevo Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía de Europa de 2030 y alcanzar el objetivo de reducción de un 40 % en 10 años respecto a 2008.

“Solo hemos reducido un 13 % en diez años, lejos del 20 % de emisiones que nos comprometía el Pacto de Alcaldes hasta 2020. Necesitamos un impulso de las políticas de descarbonización si queremos situar a Castelló en la línea europea de lucha contra el cambio climático”, reivindica Navarro, quien afirma que las actuaciones en infraestructuras públicas han cumplido, pero solo representan una mínima parte respecto al sector privado (12.351 toneladas de C02 frente a 373.304).

El informe de 2018 tiene contabilizadas 184.234 toneladas de C02, un 13 % menos que en 2008, teniendo en cuenta que no se han contabilizado las del transporte privado.

Sin embargo, parece que el futuro de la capital de la Plana será mucho más verde. Y es que el pasado 17 de diciembre se aprobó en el pleno del ayuntamiento la segunda exposición al público del Plan General. La nueva hoja de ruta que pretende construir una ciudad más sostenible e inclusiva para los próximos 20 años.

El proyecto será esencial para aportar seguridad jurídica, restituir la legalidad urbanística y convertirse en un foco de atracción de inversiones. “Racionaliza el uso del territorio y de los recursos, posibilita un crecimiento contenido del suelo urbanizable capaz de dar respuesta a las necesidades reales de suelo residencial, industrial y terciario, y fija la infraestructura verde urbana como elemento vertebrador y cohesionador del territorio”, explica la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco.

El objetivo de este Plan General es tener, en los próximos veinte años, “una ciudad moderna, inclusiva, sostenible, ordenada, vertebrada y racional, que genera oportunidades y mejora la calidad de vida de los vecinos y vecinas”, añade la edil.

 

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