El rastreo: la clave para la detección precoz del coronavirus

Los médicos y médicas de Atención Primaria han sido una de las piezas más importantes de la gestión de la pandemia, en palabras de la consellera de Sanitat Universal i Salut Pública, Ana Barceló. Al inicio de la crisis sanitaria, el alto índice de contagio del coronavirus les obligó a tratar a los casos sospechosos a través de un teléfono, pero ahora, con la función de rastrear la trazabilidad del virus, han vuelto a la atención cara a cara para anticiparse a los brotes que puedan surgir durante la desescalada.

Joan García, enfermero de Epidemiología del Centro de Salud Pública de Benicarló, destaca que su trabajo como rastreador sería similar al del “policía de la COVID-19”. Su misión, señala, es encontrar a todo aquel que haya estado en contacto estrecho con una persona que haya dado positivo en el PCR detectado desde atención primaria, por lo que es posible anticiparse a brotes y encontrar la trazabilidad del virus, que en la Comunitat Valenciana se perdió a las pocas semanas de comenzar la cuarentena.

En concreto, las personas que presenten síntomas se someterán a pruebas PCR en sus centros de salud, una novedad que se aplica desde el pasado 11 de mayo. Hasta ahora, estas personas se consideraban sospechosas y recibían atención sanitaria telefónica, pero no se sometían a pruebas o test si la sintomatología leve.

Con el cambio de protocolo, los profesionales de atención primaria como García disponen de kits de extracción de PCR para tomar muestras a pacientes con síntomas. A continuación los envían a los departamentos de microbiología donde se analizan los resultados, un trabajo coordinado que, en palabras de Barceló, permite que todos sepan si tienen coronavirus o no porque hay suficientes recursos.

Cuando el resultado es positivo, los y las rastreadoras comienzan a trabajar con esta persona. Elaboran un listado de sus contactos estrechos, es decir, de personas con las que han convivido o con las que han mantenido un contacto de 15 minutos a una distancia menor de dos metros y sin una protección adecuada. “Familiares, vecinos o compañeros de trabajo… cualquier persona puede estar en el punto de mira”, advierte García.

El enfermero explica que localizan a la persona con la que ha tenido ese contacto estrecho y, por vía telefónica, se le comunica que debe estar en cuarentena domiciliaria durante 14 días. “Le explicamos la importancia de este comportamiento y qué debe hacer si presenta síntomas. Después, el equipo de Atención Primaria hará un seguimiento de su caso y comprobará que no presenta síntomas del covid-19”, añade.

Así, una vez se hace la lista estos contactos se incorporan en la historia clínica electrónica del paciente y la información se traslada de forma automática a los equipos de los Centros de Salud Pública, que se encargan de caracterizar a todos los contactos de los casos, como señala el benicarlando. Este seguimiento se hace cada tres días, siempre con la posibilidad de que si presenta síntomas se ponga en contacto con su médico de atención primaria.

Según la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, el objetivo de este procedimiento es conseguir la mayor trazabilidad de todos los contagios que se produzcan a lo largo de la desescalada, que en cada fase aumenta los permisos de contacto social. Y es que durante este periodo, es esencial la detección precoz de todos los casos y la identificación de sus contactos estrechos para poder aislarles e interrumpir la cadena de contagios.

Para llevar a cabo esta tarea, la Conselleria de Sanidad ha decidido contratar a 1.210 profesionales para reforzar la labor de seguimiento de casos positivos de coronavirus desde Atención Primaria. En concreto, se incorporan 600 enfermeras, 334 auxiliares administrativos, 185 celadores y 91 Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería.