Vila-real completa el jardín de Botànic Calduch en su revitalización del barrio

El proyecto para completar la urbanización del jardín de Botànic Calduch está ya en marcha, con la creación de una zona verde que dará respuesta a una reivindicación histórica del barrio y que en breve se completará con la rehabilitación de la antigua alquería, para convertirla en la sede de la asociación de vecinos. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, y el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, han visitado esta mañana el inicio de los trabajos de adecuación de la zona ajardinada, acompañados por representantes de la empresa adjudicataria, Becsa, y técnicos municipales. Esta primera fase del proyecto, que consiste en la construcción de un jardín de estilo mediterráneo, tiene un presupuesto de 126.000 euros, que se financia a través de una subvención de la Diputación de Castellón, mientras que la rehabilitación de la alquería, que se acometerá con fondos propios, supondrá una inversión de más de 180.000 euros.

Así lo ha explicado el alcalde quien ha subrayado que “serán más de 300.000 euros para hacer posible un proyecto muy demandado por los vecinos del barrio de Botànic Calduch, y que solucionará otro de los empastres heredados del anterior equipo de gobierno del PP”. En este sentido, Benlloch ha recordado que la parte del jardín que ya está urbanizada “es un ejemplo claro del urbanismo del PP, que en 2010 ocupó el terreno y construyó el jardín sin pagar al propietario”. En estos momentos, el actual equipo de gobierno sigue luchando en los tribunales después de que una sentencia dictara que el Ayuntamiento debía devolver el jardín al propietario del terreno. “No queremos devolver esa parte del jardín porque queremos que siga siendo un parque para el barrio, por eso estamos peleando en los juzgados para resolver este litigio con el pago del terreno y lucharemos para pagar lo mínimo”, insiste el alcalde. Benlloch recuerda además que “cuando llegamos al gobierno, la parte de terreno sobre la que ahora vamos a construir esta zona de jardín mediterráneo no era de propiedad municipal, y fue este equipo de gobierno el que alcanzó un acuerdo con los propietarios para pagar cerca de un millón de euros en cuatro años y poder completar la construcción de la zona verde, tal y como está previsto en el Plan General de Ordenación Urbana”.

Ahora que el terreno ya es de titularidad municipal, el Ayuntamiento ejecuta este proyecto sobre tres ejes principales: la creación de más plazas de aparcamiento –cerca de 40- para dar respuesta a las necesidades de los vecinos; la creación de un parque con criterios de sostenibilidad y eficiencia energética que sea un espacio de reunión y convivencia para los vecinos y vecinas; y la rehabilitación de la alquería, una edificación de piedra de estilo tradicional, que se convertirá en la sede de la asociación de vecinos. La restauración de este edificio, en la que también primarán los criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, se emprenderá en una fase posterior, aunque Benlloch recalca que él mismo ha firmado ya la licitación y en breve se publicará para que las empresas presenten sus propuestas.

El alcalde ha remarcado que este proyecto “es uno de los que se han visto ralentizados por el virus, pero no hemos parado de trabajar para poder hacerlo realidad y ahora ve la luz en este momento de reencuentro, reconexión y renacimiento tras la pandemia”. Además, ha agradecido de manera especial a la empresa Becsa su apuesta por ejecutar las obras “ya que en estos momentos, con el IPC desbocado, el encarecimiento de costes de las materias primas, el combustible y los materiales, una obra de este tipo no resulta en absoluto rentable”.

Por su parte, el concejal de Territorio ha detallado las características del proyecto, que contempla la creación de un jardín de estilo mediterráneo, con especies autóctonas como el olivo o el algarrobo, con el fin de reducir los costes de mantenimiento. También se instalará alumbrado eficiente, tipo led. En la zona recayente a la calle Corts Valencianes se habilitarán cerca de 40 plazas de aparcamiento en batería, siguiendo la apuesta por una movilidad sostenible que el equipo de gobierno ha implementado en este barrio en los últimos años, con ejemplos como la apertura de las calles Corts Valencianes y Alfons el Magnànim.