El Servicio de Radiofísica del Provincial interviene en el tratamiento del cáncer de más de un millar de pacientes

El Servicio de Radiofísica del Hospital Provincial de Castellón, el único de la provincia, ha intervenido en lo que llevamos de año en el tratamiento de más de un millar de pacientes de cáncer, según ha manifestado el jefe del Servicio, Agustín Santos, quien ha agregado que el número de personas atendidas se ha mantenido pese a la incidencia de la Covid-19.

Santos ha realizado balance de la actividad del servicio con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Radiofísica, que se celebra el 7 de noviembre de cada año coincidiendo con el nacimiento, en 1867, de Marie Currie, investigadora pionera en el ámbito de las radiaciones ionizantes y de la radiactividad.

La especialidad sanitaria de radiofísica hospitalaria está ligada al tratamiento de los pacientes oncológicos, ha explicado Santos, al tiempo que ha señalado que “en en el ámbito de la radioterapia, el radiofísico se ocupa de la dosimetría física y clínica, del control de calidad de las unidades de tratamiento y fuentes, así como de la estimación de la distribución de las dosis que reciben los pacientes”.

El personal facultativo y técnico del servicio se encarga de la planificación, aplicación e investigación de las técnicas y procedimientos utilizados por la física de las radiaciones en los exámenes y tratamientos médicos que impliquen el uso de radiaciones ionizantes. Asimismo, se ocupa del control de calidad de los equipos e instalaciones empleadas y la protección radiológica de las personas que los manejan y de los pacientes.

Así, la labor del personal radiofísico es clave para la aplicación de los tratamientos de radioterapia para curar el cáncer. Mientras que el oncólogo radioterapéutico toma la decisión sobre la prescripción del tratamiento, es el radiofísico quien tiene la responsabilidad de establecer cómo se debe administrar.

El cálculo de tiempos del tratamiento, el diseño de las técnicas, la determinación de la distribución de la energía impartida en el interior del paciente están bajo la responsabilidad del servicio de radiofísica.

Los especialistas intervienen en los tratamientos con el acelerador; y en operaciones de braquiterapia ginecológica, braquiterapia prostática y radioterapia intraoperatoria, modalidades terapéuticas en las que el paciente recibe internamente las dosis de radiación.

En lo que llevamos de año se han realizado un total de 1.165 dosimetrías clínicas, cifra prácticamente similar a la del mismo periodo de 2019. Sin embargo, las planificaciones complejas como técnicas moduladas, tratamientos adaptados o reirradiaciones (que implican más verificaciones y un mayor número de controles de los aceleradores lineales) han experimentado un incremento del 8,5%.

Este incremento obedece, entre otras cosas, a la mejora de las técnicas complejas aplicadas en radioterapia externa y al aumento paulatino de la supervivencia de los pacientes oncológicos que requieren, en muchos casos, nuevos tratamientos posteriores, ya que las terapias de rescate e irradiaciones suponen un estudio exhaustivo y la aplicación de planificaciones complejas que los aceleradores actuales permiten administrar.

Protección radiológica

Además, los radiofísicos realizan informes de protección radiológica a los pacientes de cáncer de tiroides que reciben terapia metabólica. En dichos informes se establecen las pautas que deben seguir en su entorno para minimizar el impacto de las radiaciones.

En radiodiagnóstico y medicina nuclear el cometido principal del radiofísico es garantizar que las imágenes sean de la mejor calidad posible sin que los pacientes reciban una dosis de radiación mayor de la necesaria, mientras que en protección radiológica se vela por la seguridad, desde el punto de vista de las radiaciones, del paciente, y de los profesionales que se pudieran exponer a ellas.