"Hoy me voy con la serenidad de la conciencia tranquila, con la responsabilidad del honor recibido, y con la satisfacción por el trabajo realizado, con la emoción de dejar grandes amigos y con la pasión por esta tierra extraordinaria y con la gratitud infinita a todos los que nos han ayudado a hacer las cosas lo mejor posible. A quienes comienzan, mis más sinceros deseos de suerte, creo que su suerte será la de toda la provincia".
Con esas palabras ha concluido el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, su intervención, con la que ha cerrado hoy la legislatura en el último Pleno de la actual Corporación Provincial. Una sesión plenaria en la que todos los portavoces de los grupos políticos de la oposición han puesto en valor la labor realizada por el presidente Moliner al frente del Gobierno Provincial y con cuya intervención el presidente ha despedido públicamente su trayectoria al frente de la institución.
"Este es un pleno importante para mí por lo que supone de cerrar un ciclo de ocho años. Cuando llegamos en 2011 la sociedad castellonense y la Diputación vivían inmersas en una crisis económica, social, una crisis reputacional e identitaria de esta sociedad castellonense. Nos propusimos en aquel momento trabajar para intentar aportar nuestro grano de arena para que aquello cambiara. Siempre he pensado que el trabajo es la única herramienta que existe para cambiar las cosas, y a eso nos hemos dedicado durante estos ocho años. Nos dedicamos en primer lugar a apuntalar la institución para luego poderla proyectar y transformar en lo que queríamos, que no era otra cosa que una herramienta útil para la sociedad, nunca buscamos una Diputación protagonista, sino una provincia protagonista con una Diputación útil para ayudarle a serlo".
El presidente Moliner ha agradecido en su intervención a "todas las personas que habéis trabajado durante estos ocho años en los equipos de gobierno que han aguantado a esta presidencia, a los diputados de estas legislaturas en el Grupo Popular, gracias por haber entendido el mensaje desde el primer momento, el trabajo sincero, sin mirar horas para lograr el objetivo de convertir la provincia en el epicentro de nuestras políticas para que cada día más castellonenses pudieran sentirse más orgullosos de ser de su tierra".
"Gracias a todos los diputados de las dos corporaciones, a los de gobierno y a los de la oposición. Hemos sido mucho mejores a las aportaciones de la oposición. Algunas de las grandes y buenas cosas que ha hecho esta casa las ha hecho gracias a ideas de la oposición, y eso se lo agradezco. Lo hemos hecho con sinceridad, teniendo claro todos que estábamos sumando para un proyecto colectivo. El mérito del consenso puede partir de quien lo propone, pero es compartido con quien lo acepta, y si es cierto que el consenso haya que ponerlo en valor con dos mayorías absolutas, también hay que reconocer sinceramente el mérito de aceptarlo desde una oposición que tiene ganas de alcanzar el poder y un legítimo interés de desgaste del Gobierno".
El presidente Moliner ha puesto en valor además el trabajo de los funcionarios de la Diputación "que han hecho posible el milagro de hacer mucho más con mucho menos, con menos recursos y menos personal". Además, ha agradecido a todos los alcaldes y alcaldesas de la provincia su dedicación durante este tiempo. "Les he encontrado siempre con una colaboración leal y una voluntad obsesiva de trabajar por su pueblo, los ayuntamientos son la razón de ser de esta casa y buena parte de lo que hemos conseguido ha sido gracias a ellos y se merecen mi absoluta gratitud y reconocimiento, especialmente aquellos que no cobran por ser alcaldes".
Por último, el presidente ha tenido palabras de agradecimiento y gratitud con todos los castellonenses. "Gracias a la gente, a los ciudadanos que desde todos los rincones de la provincia nos han permitido compartir una conversación, una reflexión o una mirada de ánimo o de crítica, porque unas y otras han servido para que cada día intentáramos tener más ilusión por hacer bien las cosas".