Las playas de Castellón han vivido un verano con gran actividad en materia de seguridad. El Servicio de Salvamento y Socorrismo del Ayuntamiento registró en julio y agosto 401 asistencias en el Pinar, Serradal y Gurugú. La mayoría de las intervenciones —unas 360— fueron por incidentes menores como picaduras de medusa o quemaduras solares, habituales en estas fechas.
Pero también hubo actuaciones de mayor relevancia. El balance incluye 11 rescates de bañistas, 2 rescates vinculados a actividades náuticas, 9 avisos en zonas de baño y hasta 2 casos de reacciones alérgicas que requirieron atención inmediata. En total, 13 personas tuvieron que ser trasladadas en ambulancia, aunque ninguna de ellas presentó complicaciones graves.
El concejal de Seguridad y Emergencias, Antonio Ortolá, ha destacado la importancia del trabajo en equipo: “La coordinación entre Salvamento, servicios sanitarios, Policía Local y Bomberos está siendo muy positiva y prueba de ello son los resultados”.
Balance del verano y continuidad del dispositivo en las playas de Castellón
El operativo municipal de seguridad en playas no se detiene con el fin de agosto. Ortolá ha confirmado que el dispositivo seguirá activo también durante septiembre, con el fin de “garantizar la protección en todas las playas y mantener un nivel de vigilancia constante”.
El edil ha subrayado que el objetivo no es solo responder a emergencias, sino también anticiparse a ellas. De hecho, los equipos de salvamento realizan labores preventivas cada día: informan a los bañistas sobre normas de seguridad, advierten sobre corrientes, recuerdan las zonas habilitadas y llevan a cabo rondas de vigilancia para minimizar riesgos. “La colaboración ciudadana es fundamental para que todos puedan disfrutar de las playas de manera segura”, ha añadido Ortolá.
El despliegue operativo es amplio y variado. Incluye un inspector, un oficial y dos agentes fijos, además de dos patrullas móviles con cuatro agentes y una patrulla del Grupo de Intervención y Respuesta (GIR) con dos efectivos. A esto se suma el apoyo puntual de los Agentes de Movilidad Urbana (AMUS) cuando la situación lo requiere.
Con este esquema, el Ayuntamiento de Castellón busca que la temporada estival se cierre con un balance positivo en materia de seguridad. Y aunque la mayoría de incidencias han sido leves, el trabajo de prevención, la rápida respuesta en rescates y la presencia constante en las playas demuestran que la vigilancia sigue siendo un pilar esencial para garantizar un verano tranquilo en el litoral castellonense.