Almassora

Galí: "Llevo siete años sin subir impuestos en Almassora gracias a la colaboración entre administraciones"

En un 2023 clave por el contexto de crisis mundial y cara a las elecciones, la alcaldesa de Almassora destaca la transformación del municipio desde 2015

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Merche Galí Almassora
Almassora se ha transformado en los últimos siete años a través de grandes inversiones donde la ciudadanía ha tenido un papel fundamental para decidir. Esta es la principal reflexión de la alcaldesa de Almassora, Merche Galí, tras siete años en el equipo de gobierno como concejala y ahora primera edil. En un 2023 especialmente complicado por el contexto de inflación, la guerra en Ucrania y los lastres de la pandemia, y cara a elecciones, hablamos con Galí para conocer los principales retos de la localidad y qué ha conducido a ellos.

Entraste en el equipo de gobierno de Almassora en 2015 como concejala y a partir del 2019 como alcaldesa. ¿Con qué Almassora te encontraste hace siete años?

Me encontré con una Almassora que hacía mucho tiempo que no hacía inversiones y ese fue el primer objetivo que tuvimos: reconvertir los presupuestos municipales para poder hacer inversiones que dotaron en Almassora de unas infraestructuras necesarias. Durante aquella primera legislatura empezamos en busca de transferencias otras administraciones para hacer posible que lo que siempre había sido un presupuesto no enfocado en inversiones, cambiara radicalmente. Este fue el motivo fundamental por el que decidimos ponernos a trabajar con fondos europeos, ya que nunca se había optado a ninguna de las convocatorias que se habían hecho anteriormente.La primera vez, nos quedamos fuera de los primeros municipios que se eligieron, aunque habíamos sacado una nota de aprobado, porque subió el nivel. Sin embargo, no desistimos y fuimos a por la segunda convocatoria y ya en 2017 conseguimos esa subvención de cinco millones de euros que además involucraba al ayuntamiento de Almassora a añadir otros cinco en muy poco tiempo. Esto nos permitía tener un presupuesto inversor. Siempre distingo entre presupuestos gastadores y presupuestos inversores. Pasamos de un presupuesto gastador del PP que vendía muy marcado por el pago de la sentencia de la avenida Generalitat -que obligaba al consistorio a hacer un desembolso muy grande para indemnizar a los propietarios- al presupuesto inversor actual y con el que año tras año hemos ido consiguiendo hitos históricos de presupuestos dedicados a la inversión.

¿Qué inversiones destacarías?

La mayor parte de estas inversiones provienen de los fondos Feder y otros vienen del Pla Edificant de la Generalitat. Edificant nos ha permitido acabar la construcción del Embajador Beltrán – ahora, Riu Millars-, hemos empezado el colegio Santa Quitèria, está proyectado el instituto Falomir y también pequeñas obras en los otros centros educativos que también era un hito muy importante para el gobierno, puesto que en 2015 Almassora era uno de los municipios con más barracones y en 2023 Almassora se librará de ellos. Creo que nos encontramos ese récord de barracones y le dimos la vuelta. Hemos conseguido que Almassora sea muy inversora porque está cambiando nuestra población. La comunidad educativa necesitaba liberarse de los barracones.

¿Qué ha supuesto la construcción del Riu Millars o del colegio Santa Quitèria?

El primer colegio del cual nos pudimos librar de los barracones fue el Regina Violant. Fueron los primeros estudiantes de Almassora que salieron de un centro construido íntegramente en barracones y conseguimos ese "colegio de verdad", como lo defino yo, con todas las trabas que pasamos. Este año nos hemos deshecho así de un centro que era de 1960 como el Riu Millars y los niños ya ocupan un colegio moderno. Esta infraestructura da respuesta a las necesidades que tiene el profesorado, que utiliza unas técnicas totalmente diferentes y, por lo tanto, también necesita espacios concebidos para esta nueva forma de enseñanza.Tenemos también el Santa Quitèria, que era el segundo colegio de Almassora que estaba también con barracones y, además de esto, está ocupando una zona verde y era necesario llevarlo a la zona donde tiene que estar definitivamente. A los niños y niñas del Santa Quitèria les pasa igual que a los del Regina, entraron en barracones y acabaron toda su etapa educativa en barracones. Pienso que es una circunstancia que no podía esperar más, era absolutamente prioritario sacar a los niños de estas aulas prefabricadas y esto lo conseguiremos en 2023. El Pla Edificant nos ha permitido que las escuelas estén hechas a medida del barrio donde están, a los equipos directivos y a las asociaciones de madres y padres. Es muy importante y uno avanza porque responde a la realidad del barrio donde están.Además, en estos nuevos centros gana protagonismo el contacto con la naturaleza y ahora tienen árboles, tierra y permiten que el espacio no esté colonizado por quien jugaba a fútbol, por ejemplo. Las dos escuelas tienen espacios muy comunicados entre sí para que los niños estén más integrados, tienen mucha transparencia lumínica, las aulas no son tan cerradas sino mucho más abiertas. El proyecto del Álvaro Falomir, con una construcción también muy urgente, tendrá más la apariencia de campus universitario que de una institución cerrada.

Estáis trabajando en el paraje de Santa Quitèria para hacer un mirador, ¿en qué consiste este proyecto?

Cuando llegamos al gobierno de Almassora teníamos en la zona de Santa Quitèria una piscina que ya llevaba mucho de tiempo cerrada y pedimos un estudio sobre sus condiciones y su viabilidad por saber si era posible volverla a abrir o ver qué hacíamos con este espacio. El arquitecto municipal hizo un informe diciendo que estaba en ruina y que, por lo tanto, no había manera de reconstruirlo porque era totalmente anti económico.Pensábamos que teníamos que dinamizar y acercar este paraje a la ciudadanía porque es un paraje natural que tenemos que aprovechar al máximo. Destinaremos fondos europeos y también de la Diputació de Castelló para hacer una nueva zona de recreo innovadora, transformando la antigua piscina en una zona de gradas donde la gente pueda sentarse o hacer ejercicio, o simplemente admirar las vistas que tenemos. También habrá zonas para disfrutar del río y para estar comiendo o merendando, zonas de ocio para los más pequeños, un rocódromo...Lo uniremos con una pequeña playa fluvial que tenemos contemplada en el presupuesto de este año y que vendrá de la mano de los presupuestos participativos que hacemos cada año desde que empecé a ser concejala de Participación Ciudadana. Y después, el espacio contará con un embarcadero que ya está en funcionamiento, donde se han hecho los primeros cursos de piragüismo. Todo esto se tiene que convertir en un conjunto que realce un paraje natural que tenemos y que pienso que hacía demasiado años que estaba olvidado.

¿Cómo valoras tu relación con el municipio después de haber sido concejala de Participación Ciudadana y ahora alcaldesa?

He conseguido una premisa que me impuse cuando me presenté a las elecciones. Siempre decía que quería que el Ayuntamiento tuviera las puertas abiertas y que toda la ciudadanía co-gobernara conmigo, no solo que nos tuviésemos que ver cada cuatro años con la cita a las urnas. Los presupuestos participativos han sido una herramienta que nos ha ayudado a esto, precisamente a que el ciudadano tome decisiones.Hemos establecido un diálogo continuo. Todos los martes recibo a las personas que quieren venir a hablar conmigo sin ningún problema y esto se ha trasladado al hecho de que cuando salgo por la calle la gente me pregunta sobre todos los temas. El hecho que los ciudadanos supiesen que las puertas estaban abiertas para ellos era un objetivo que estoy muy contenta de haber conseguido. De hecho, agradezco que la gente venga porque es imposible tener los ojos en todo. Hay veces que no resolvemos problemas porque o no los conocemos o no los vemos, así que tener al vecindario trabajando haciéndonos propuestas o haciéndonos llegar sus necesidades es fundamental.Todos los proyectos que se hacen tienen incorporada su parte de participación ciudadana, reunimos a la gente del barrio que se verá afectado por la obra y les pedimos su opinión para tener en cuenta los puntos de vista de la ciudadanía. Así lo hicimos en la calle San Jaime, la calle Sant Lluís, en la avenida Castelló o por ejemplo con las obras que se están haciendo en Pío XII o Corell.

¿Hay algún proyecto que haya cambiado mucho respecto a la idea del equipo de gobierno gracias a la participación ciudadana?

No era la idea inicial que teníamos, pero en la Vila, en la primera de las reuniones que tuvimos con el vecindario, nosotros pusimos sobre la mesa que fuese peatonal y esto es lo que hemos hecho. Teníamos previsto quitar alguna zona de aparcamiento, pero no teníamos cerrado qué iba a pasar con el tráfico y fueron los mismos vecinos quienes cerraron completamente la zona para hacerla peatonal y nosotros así lo hemos llevado a cabo.

Almassora cuenta con un proyecto clave como es la construcción de una pantalla verde en el Serrallo, para la que se ha conseguido comprar los terrenos. ¿En qué punto se encuentra este asunto?

La verdad es que ha sido un hito, fue realmente emocionante llegar a ese momento de adquirir los terrenos. Era un proyecto que se había anunciado mil veces por el PP pero cuando llegamos en 2015 buscamos el proyecto y no lo encontrábamos. Había que ponerle remedio y nos presentamos a los fondos FEDER a través de EDUSI y vimos que tenía que hacerse a través de la pantalla verde.En primer lugar hicimos la adquisición de terreno porque es obvio que no podíamos construir si no éramos propietarios y pusimos en marcha una mesa de trabajo con las empresas del Serrallo porque esta inversión no puede hacerse toda a cargo del ayuntamiento, las empresas que son las que generan ese ruido y contaminación también tenían que contribuir a proteger a nuestros vecinos y vecinas.Hemos conseguido el compromiso de costear la actuación por parte de la asociación INDES -que integra a las empresas del polígono- y ahora estamos trabajando con Conselleria para llegar a un acuerdo: nosotros pondremos a disposición los terrenos y las empresas construirán la pantalla, con la Conselleria como interlocutora como competente en la materia de medio ambiente. La Conselleria tendrá que decidir cómo será esa pantalla.

Tras tantos imprevistos, ¿lo sigues viendo lejano?

No, yo creo que no. Pensamos en cuestión de pocos meses, por un lado porque ya hemos hecho nuestros deberes desde el ayuntamiento, y porque las empresas están haciendo los suyos y tienen muy avanzado el proyecto. Creo que dentro de poco la Conselleria también hará los suyos.

Hemos hablado de Edificant, de esta pantalla… ¿Qué papel juega la colaboración entre administraciones en un momento de crisis como este?

La verdad es que me paso el día diciendo que tenemos que trabajar de forma colaborativa. Tenemos que ser aliadas las unas y las otras, no competir entre nosotras porque no tiene sentido. La Conselleria de Educación, por ejemplo en el caso de Edificant, nos ha ayudado mucho pese a que no tenía suficiente recursos humanos, y ahí fuimos los primeros en adherirnos como ayuntamiento poniendo esos recursos.Y al contrario, también me lo he encontrado, cuando nosotros hemos pedido que nos tengan en cuenta. Por ejemplo con el Fondo de Cooperación de la Diputación de Castellón, que nos permite invertir esos fondos en lo que los ayuntamientos necesitamos, tenemos capacidad de decisión. Si llevo siete presupuestos seguidos sin subir impuestos es gracias a esa colaboración entre administraciones. Esto nos permite trabajar en los proyectos de Almassora.Por ejemplo, fuimos capaces de repartir más de un millón de euros entre los comercios de Almassora con nuestros propios recursos, de la Diputació y de la Generalitat, algunos de ellos con hasta 4.000 euros de subvenciones. Y eso no tiene que tener nada que ver con colores políticos.También ha sido importantísimo que la Generalitat pague dentro de los plazos del año. Por ejemplo, cuando llegamos pagaba súper tarde. Que no tenga deudas con nosotros nos ayuda a trabajar de forma mucho más eficaz.

¿Cuál es tu valoración del Pacto de la Cerámica impulsado por la Diputación?

Yo diría que es un ejemplo de la buena política, de la que tiene altura de miras. Nos afecta a todos porque si algún pueblo piensa que no le afecta el sector de la cerámica, está muy equivocado. No solo afecta a los pueblos que tienen industria azulejera, sino que hay muchísimo beneficio directo e indirecto en toda la provincia. Que todos hayamos sido capaces de sentarnos y buscar soluciones para mí es fundamental y eso es lo que te digo que es buena política: que tiene mira de alturas y que mira por la ciudadanía por encima del rédito político que pueda dar a uno u otro.Hemos estado ahí cuando hemos tenido que reclamar independientemente del color político, por ejemplo con Costas, o si está Rajoy o Sánchez en el Gobierno central. Es hora de remar todos juntos para mantener el sector de la cerámica para toda la provincia de Castelló.

Respecto a Costas, recientemente ha autorizado el traslado de 7.000 metros cúbicos de arena a la playa de Almassora. Aún así, quedan muchas reivindicaciones pendientes, ¿no es así?

Por supuesto. Ahora se está acotando la zona donde se creará el cordón dunar. Es la primera actuación que hemos conseguido que el Port de Castelló lleve a cabo en Almassora tras años de reivindicaciones, una lucha que comenzó con el anterior presidente del puerto y hemos continuado con el actual, con Rafa Simó. Le agradezco mucho porque ya en su presentación dijo que el puerto es de la provincia de Castelló, no de la ciudad. Además, tengo su compromiso de que no es puntual, sino que es un traslado periódico para compensar el daño que hace la limitación con el puerto.También hemos ido de la mano en esas reivindicaciones al Ministerio para que lleguen las obras de regeneración. Hemos ido todos los pueblos unidos independientemente de su color político. Todos los pueblos entre el Ayuntamiento de Castelló y el Port de Sagunt y nuestra reivindicación siempre es la misma: que todos los años haya una parte de los PGE que vayan a la regeneración de la costa. No puede ser que vaya deteriorándose con más rapidez que la regeneración, porque el mar nos gana terreno.

Ya habéis aprobado los presupuestos de 2023 y sorprende que los hayáis presentado como “austeros”, pese a ser un año electoral. ¿Cómo se ha trabajado en estas cuentas?

Con mucha dificultad. Yo hay un lema por el que me guío siempre que aprendí de Santiago Agustí, “yo prefiero vecinos enfadados que engañados”. Esa frase la repito siempre. Me da buen resultado esta forma de actuar. Este año ha tenido que ser el de la austeridad, me hubiese encantado hacer grandes anuncios pero ha sido imposible. Llevamos 7 presupuestos seguidos sin subir impuestos, con una inflación que también afecta al ayuntamiento y compromisos inversores que tienen que cumplirse sí o sí.La única forma de conseguirlo ha sido recortar, cada concejalía ha tenido que recortar gastos. Además, se ha tenido que hacer frente a la subida de salario del funcionariado. Hay que volver a sacar a licitación el contrato de la limpieza y eso se ha visto afectado por el coste de energía… imagina todo lo que esto supone para un ayuntamiento.Ha sido muy difícil cerrar el presupuesto de 2023 para seguir ofreciendo servicios y lo hemos hecho desde el camino de la austeridad. Intentaremos seguir dando los mejores servicios pero ajustándonos a nuestras posibilidades, como van a tener que hacer las familias. Lo realmente importante para nosotros son las inversiones y los contratos que nos permiten desarrollar servicios.

¿Cómo habéis trabajado en el pacto de gobierno con Ciudadanos?

En el Pacte de la Vila -formado por PSOE y Ciudadanos- nos pusimos unos objetivos y yo creo que a día de hoy hemos tachado más del 60% de la lista. Yo creo que nos hemos tratado con mucha lealtad y esto lo ha hecho muy fácil. Nos hemos integrado muy bien, hemos conseguido dar respuesta a lo que nos planteamos la primera vez y estoy muy agradecida a los concejales de Ciudadanos y a los míos, por supuesto.

¿Cuáles son las expectativas de Merche Galí para estas próximas elecciones?

Yo creo que estamos en unos momentos muy complicados, hay mucha incertidumbre y no sabemos ni qué partidos van a presentarse. Espero que mis vecinos y vecinas confíen en mi de nuevo y estén contentos con el trabajo que hemos desarrollado, pero la verdad es que es difícil saber qué puede pasar.