Burriana ya se prepara para las Fallas 2021 luciendo el tradicional tapiz en la plaza Mayor. El Ayuntamiento ha completado hoy la instalación de la obra en honor a la Virgen de la Misericòrdia en la fachada de la basílica de El Salvador, el lugar donde culminará la ofrenda del colectivo fallero el próximo martes 12 de octubre.En esta ocasión, como ha explicado la concejala de Fallas y presidenta de la Junta Local Fallera, Sara Molina, “se ha optado por volver a instalar el magnífico tapiz diseñado por el artista Juan Dualde para el pasado mes de marzo”, cuando fue colgado como homenaje simbólico al ciclo fallero interrumpido por la pandemia.Así, para estas Fallas 2021 “se ha decidido exhibir de nuevo este tapiz, ahora que se reinician las fiestas, de la misma manera que se retoman con los monumentos falleros que no pudieron ser quemados en las Fallas canceladas de 2020”.El personal de Vía Pública ha trabajado toda la semana en la colocación de la estructura para poder izar esta mañana la imagen alegórica diseñada por Juan Dualde, que ha sido confeccionada mediante la técnica del papel de seda.El tapiz, con la patrona de la ciudad como protagonista, tiene unas medidas de 9 metros de altura y 7 de anchura, y presidirá los actos de la ofrenda de estas Fallas. Esta mañana el artista ha explicado a la alcaldesa de Borriana, Maria Josep Safont, y a la subdelegada del Gobierno en Castellón, Soledad Ten, las características y peculiaridades de su obra.Juan Dualde ha diseñado a lo largo de su carrera hasta 31 tapices, y ha recordado que confeccionó este diseño para recordar el XX aniversario de la Coronación Pontificia de la imagen de la Virgen de la Misericòrdia, acto celebrado en 2019, y ha dibujado el mismo guión o estandarte que se estrenó en dicho acto.El tapiz es una tradición que se remonta al año 1960, cuando nace a propuesta de Ramón Boix, presidente de Junta Local Fallera, con la idea de crear un ambiente más espectacular para el acto de la ofrenda de flores, que se venía realizando en el interior de la iglesia de San José, en los Carmelitas. El primer encargo recayó en el artista Joaquín Ortells, cuyo tapiz sería instalado en la fachada lateral de los Carmelitas.Las dimensiones y la línea temática de aquel primer tapiz han marcado a todos los posteriores, con la imagen de la patrona de la ciudad como imagen central y receptora a partir de aquel momento de las ofrendas florales de todas las falleras. Al año siguiente, 1961, ante el éxito de la iniciativa, el tapiz fue instalado en la fachada de la entonces iglesia de El Salvador, donde se ha emplazado hasta la actualidad.