En la provincia de Castelló el 60% de sus municipios está en riesgo de despoblación. La mayoría de las poblaciones en peligro de vaciarse cuenta con menos de mil vecinos, según los datos demográficos de 2019 de la Generalitat Valenciana. Una cifra que preocupa y que pone en peligro el acceso a los servicios públicos, por lo que exige más respuestas de las administraciones públicas para facilitar los derechos. Es el caso, por ejemplo, de la Diputación de Castelló, que como intermediaria entre los pequeños ayuntamientos y la Generalitat, ha defendido que esta legislatura iba a centrar esfuerzos en medidas contra la despoblación. Otro de los aspectos esenciales para mitigar los efectos de la despoblación es la promoción del acceso a unos servicios públicos de calidad. Para 2021, una de las novedades es que la Diputación estrenará un nuevo modelo de financiación de la atención primaria para los municipios de menos de 10.000 habitantes, que suponen un total de 124 poblaciones. Se destinarán 4,2 millones de euros, lo cual es “un esfuerzo económico muy importante pero que vale la pena”, según la vicepresidenta de la Diputación y diputada de Bienestar Social, Patricia Puerta.Desde el 1 de enero la institución provincial se hará cargo del coste ligado al personal de los servicios sociales y de las prestaciones de urgencia, como son las ayudas de emergencia social, para combatir la pobreza energética y de atención domiciliaria. Sus ayuntamientos podrán así garantizar una mejor calidad de este servicio. El Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana (CES-CV) explica en el ‘Informe sobre el Medio Rural’ que la principal característica de la estructura demográfica del medio rural es su envejecimiento. Asimismo, cada vez nacen menos niños y niñas y la población prefiere vivir en zonas más cercanas a la costa. Además, coincide que en las zonas con riesgo de despoblamiento se detecta una falta de servicios públicos, una precaria red de transportes y comunicaciones y la brecha digital.Datos preocupantes que, sin embargo, también han tenido su parte positiva en el actual contexto. Según la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, 23 municipios de Castelló, con poco porcentaje de habitantes, han sobrevivido al COVID-19 sin casos desde que comenzó la pandemia, lo que supone el 17% de los municipios de la provincia. Se trata de Vallat, Ludiente, Pavías, Matet, la Torre d’En Besora, La Torre d’En Doménec, Almedíjar, Arañuel, Torralba del Pinar, Torás, Sacañet, Puebla de Arenoso, Castell de Cabres, La Sarratella, Zorita, Fuentes de Ayódar, Espadilla, Higueras, Herbés, Vallibona, Xodos, Benafigos y Argelita, según la última actualización de la Conselleria de Sanidad, con datos del pasado 14 de diciembre.