La crisis generada por la COVID-19 ha desbordado los servicios sociales de los pequeños ayuntamientos de la provincia de Castellón. Así lo han puesto de manifiesto sus alcaldesas y alcaldes en la reunión telemática de la mesa de diálogo para la recuperación económica y social que se ha constituido en la Diputación, donde han informado de las dificultades que tienen para hacer frente a la emergencia social.Los representantes municipales han explicado que la falta de liquidez que padecen les impide dar una respuesta satisfactoria al aluvión de peticiones de ayuda que vienen recibiendo desde la declaración de la alerta sanitaria y la entrada en vigor del Estado de Alarma. En idénticos términos se han manifestado las presidentas y presidentes de mancomunidades que han participado en la videoconferencia.Los ediles han sido rotundos al señalar que necesitan más recursos de forma inmediata, exigiendo que se les permita utilizar el superávit y los remanentes de sus ayuntamientos para poder atender a las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.También han mostrado su preocupación ante el presumible aumento de población que registrarán sus localidades este verano, en el que los desplazamientos hacia otras comunidades y países descenderán de forma significativa. Tendrán que hacer frente a una nueva situación, para la que necesitan información precisa y clara sobre los protocolos sanitarios que se deben aplicar en la gestión de servicios municipales como piscinas o ludotecas.Idéntica claridad reclaman en materia de celebraciones y fiestas para que exista la máxima coordinación y coherencia en la toma de decisiones y evitar agravios comparativos entre poblaciones cercanas.Las demandas expuestas por las alcaldesas y los alcaldes son conocidas y compartidas por el presidente de la Diputación y alcalde de Sueras, José Martí, quien al dirigirse a los presentes ha dicho «yo soy uno de los vuestros».Durante su intervención, Martí ha señalado que la Diputación sigue trabajando para dotar de mayor liquidez a los ayuntamientos, razón por la que se está reestructurando el presupuesto de 2020 con la intención de crear un Fondo de lucha contra la COVID-19. En paralelo, el presidente seguirá haciendo presión y tejiendo alianzas para conseguir que se permita la utilización del superávit y los remanentes de las corporaciones. En este sentido, ha explicado que «en las cuentas de la Diputación tenemos 43 millones de euros que, hoy por hoy, con la ley en la mano, no podemos gastar».Al respecto, ha informado de que esta semana se ha reunido con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, y con presidentes de otras diputaciones, «dándose la circunstancia de que todos estamos en sintonía y trabajamos en la misma línea». Es una reivindicación que el presidente de la FEMP va a trasladar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que también solicitará que, «de la misma manera que se ha habilitado un fondo para las comunidades autónomas, se ponga en marcha otro para los ayuntamientos porque son vanguardia y trinchera, estamos en primera línea de respuesta en una situación de crisis económica y social tan grave como la que estamos viviendo».Como en todas las reuniones de la mesa de diálogo de la Diputación ha habido presencia de los cuatro partidos representados en el Pleno. Al tratarse de una encuentro con los pequeños municipios por la crisis de la COVID-19, entre los asistentes han estado los diputados de Desarrollo Rural, Santi Pérez, y Bomberos, Abel Ibáñez, ambos del PSPV-PSOE. Por el PP han participado David Vicente y Vicente Pallarés, por Compromís Pau Ferrando y por Ciudadanos Cristina Fernández y Domingo Vicent.