El Ayuntamiento de la Vall d'Uixó ha duplicado las plazas de aparcamiento en el tramo final de la avenida Cor de Jesús, al pasar de 75 plazas en cordón a 160 plazas en batería inversa. Además se han creado 10 para movilidad reducida y 18 de carga y descarga para facilitar la labor de los repartidores y de los comercios de la zona.El concejal de Urbanismo y Movilidad, Javier Ferreres, ha visitado esta mañana la plaza de Sant Vicent, donde también se ha regularizado el tráfico "para compatibilizar el uso del vehículo con la seguridad del peatón y con la creación de espacios de disfrute para las personas". Tanto en la plaza Sant Vicent como en la plaza Sant Roc los coches aparcaban "de forma anárquica, sin respetar las puertas de las casas ni la accesibilidad, lo que producía molestias".Para evitar esta situación, en ambas plazas y en la calle Valencia se han pintado las plazas de aparcamiento y se ha distribuido el mobiliario urbano para delimitar y garantizar la seguridad de los vecinos y vecinas. Además "el entorno de la ermita de Sant Vicent queda despejado y se puede apreciar bien la fachada, protegiendo como merece un espacio tan querido por los valleros y valleras y que queremos que sea un atractivo más dentro del Camí de l'Aigua", ha explicado el edil.Así, los sitios que se han reducido en estas dos plazas "se recuperan sobradamente en la avenida Cor de Jesús, a tan solo 50 metros". Esto se ha conseguido con el cambio del sistema de estacionamiento de cordón a batería inversa, que facilita la entrada y salida al haber más visibilidad, mejora la carga y descarga del maletero al hacerse sobre la acera y es más seguro cuando bajan los niños del coche, ya que la puerta evita que se dirijan a la calzada. Además de aumentar el número de plazas, se ha eliminado uno de los carriles para evitar la doble fila.En la misma avenida se han eliminado los semáforos en los cruces, con lo que se reducen las detenciones innecesarias y se evita la contaminación acústica y atmosférica que provocan. Está pendiente de realizar próximamente la retirada de las estructuras de los semáforos, que desde hace unos meses permanecen desconectados. También se han aumentado el número de pasos de peatones y se han rebajado los bordillos para garantizar la accesibilidad de las aceras.Ferreres ha destacado que una de las medidas más importantes ha sido la instalación de un radar pedagógico a la entrada de la avenida "para hacer más visible la velocidad máxima en la población y reducir conscientemente la velocidad de los vehículos, lo que era una petición desde hace muchos años de la asociación de vecinos". En esta línea, se ha reforzado la señalización de velocidad máxima en la población de 30 km/h.