El Ayuntamiento de Vila-real garantiza el transporte urbano también durante el estado de alarma por el COVID-19 manteniendo activo el autobús urbano gratuito Groguet, en cumplimiento de la legislación que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a prestar este servicio; un transporte urbano que se ha adaptado a la situación de emergencia sanitaria, con medidas de prevención, reduciendo el aforo de pasajeros, y ajustando líneas y expediciones para asegurar la máxima cobertura en el casco urbano y sobre todo la conexión con el Hospital de La Plana. Desde el inicio de la situación de estado de alarma se ha evidenciado la reducción en la cifra de usuarios diarios, por la paralización de actividades económicas no esenciales, la extensión del teletrabajo y el necesario confinamiento de la población, pero, según remarca el alcalde, José Benlloch, “se trata de un servicio público, competencia del Ayuntamiento, que debemos seguir prestando porque así lo establece el artículo 26 de la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local, que señala como obligatoria la prestación del servicio de transporte urbano en los municipios de más de 50.000 habitantes”. Así, desde el decreto del estado de alarma se han tomado una serie de medidas como la reducción de expediciones o la limitación del aforo en los vehículos, pasando de un máximo de 80 pasajeros a un máximo de sólo 15 pasajeros, por prevención sanitaria. El día 1 de abril entró en vigor la última adaptación de los itinerarios y expediciones diarias, eliminando temporalmente la línea 2 y quedando establecida una única línea adaptada para intentar dar cobertura a toda la ciudad y con parada final en el Hospital de la Plana. Además, se han reducido las expediciones a un total de 16 viajes diarios (8 los domingos), frente a los 37 viajes diarios que se realizaban antes de la crisis sanitaria. También se han reforzado las medidas de higiene y protección tanto de pasajeros como de conductores, todo con el objetivo de prevenir posibles contagios. En cuanto a los usuarios, según los datos facilitados por la empresa concesionaria, las medidas del estado de alarma han provocado una bajada en la cifra de pasajeros. Así, mientras dos semanas antes de la entrada en vigor de dicho decreto las dos líneas del autobús Groguet sumaban cerca de 900 usuarios al día, la media de pasajeros diarios bajó a sólo 81 personas durante la primera semana de estado de alarma. La segunda semana la media se situó en 42 pasajeros diarios; en la tercera semana se contabilizaron una media de 56 usuarios al día; mientras que, finalmente, durante la pasada semana la cifra cayó hasta los 18 pasajeros diarios. Asimismo, los domingos, según los datos de la empresa, el uso todavía es menor, registrándose apenas una decena de usuarios. Con todo, Benlloch insiste en que que “se trata de un servicio público que tenemos que seguir prestando porque así lo establece la ley”. Según la información facilitada por la empresa concesionaria, los vecinos y vecinas que utilizan el autobús urbano lo hacen principalmente para desplazarse al Hospital de la Plana o para acercarse al centro de la ciudad a comprar productos de primera necesidad en los comercios o por alguna causa justificada.