Vila-real se prepara para un noviembre de sabores hondos y cucharas templadas. Las Jornadas Gastronómicas Mengem a Vila-real… Olla de la Plana alcanzan su decimosexta edición y, un año más, convierten la ciudad en punto de encuentro entre la cocina popular y la alta gastronomía.
Durante todo el mes de noviembre, 19 restaurantes locales ofrecerán menús que reinterpretan el plato más emblemático de la Plana, reivindicando la fuerza del producto de proximidad y el peso de la tradición culinaria.
La cita no es solo una excusa para disfrutar comiendo: es una apuesta decidida por mantener viva una identidad que se cocina a fuego lento. En cada edición, la olleta se transforma en emblema cultural, en reclamo turístico y en motor para el sector hostelero. Los fogones se abren a propuestas que fusionan la receta de siempre con técnicas contemporáneas, buscando nuevos matices sin perder la esencia.
Alta cocina con sello local
El gran escaparate gastronómico tendrá lugar el lunes 20 de octubre con un showcooking de primer nivel en el Teatro Tagoba. Coordinado por el chef Ricard Camarena, galardonado con dos Estrellas Michelin, una Estrella Verde y tres Soles Repsol, el evento reunirá a un cartel de cocineros que suma cuatro Estrellas Michelin más y un palmarés de distinciones que hablan por sí solas.
Así, nombres como Miguel Barrera, Elena Lucas, Jeroni Castell o María Gómez compartirán escenario y recetas, en una jornada pensada para inspirar a profesionales y aficionados.
Por la tarde, el protagonismo pasará al Concurso Nacional de Olla de la Plana, un certamen que busca elevar la calidad y el reconocimiento de este guiso más allá de la comarca. Los premios, que alcanzan los 1.000 euros en la categoría nacional y 350 euros en la local, se entregarán el 9 de diciembre en el Gran Casino de Vila-real, en un acto que mantiene vivo el legado del recordado Pasqual Batalla, figura clave en la recuperación de la cocina tradicional.
El día grande de la olleta será también el más popular. A partir de las 18:00 horas, la plaza de la Vila se convertirá en un comedor al aire libre donde se repartirán cerca de 1.900 raciones por un precio solidario de dos euros, con cazuela cerámica incluida. Toda la recaudación se destinará al colegio La Panderola, cerrando el círculo entre gastronomía, comunidad y solidaridad.