El concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, ha hecho balance de los últimos 10 años de gobierno en el departamento municipal, que engloba áreas como Urbanismo, Industria, Actividades, Patrimonio y, desde 2019, también Movilidad. En estas cinco áreas principales, Obiol ha hecho un repaso por los logros, las dificultades y las gestiones realizadas durante una década que han dibujado “una Vila-real nueva”. “Desde la humildad, tenemos que decir que el balance que podemos hacer de estos años es bueno, pero que, sin duda, queda todavía muchísimo por hacer y por seguir avanzando”, señala.La vertebración del territorio, la gestión urbanística para hacer frente a los “empastres” del Partido Popular, desactivar “bombas de la gestión del PP” como los aprovechamientos o la especulación asociada a PAI “ficticios”, además de la recuperación del patrimonio, el diseño de una trama urbana moderna o la mejora de la competitividad industrial de la ciudad son algunos de los objetivos que se ha planteado el departamento en estos 10 años. “Un trabajo fundamental ha sido el desarrollo del Plan de reindustrialización local”, incide Obiol, quien destaca la importancia de la iniciativa privada, con el apoyo de la inversión pública, para colocar la ciudad “en el mapa de la competitividad”. En concreto, según los datos del área de Industria, en 10 años se ha producido una inversión industrial asociada a los dos grandes sectores económicos de la ciudad -cerámica y sector agroalimentario- de 78,8 millones de euros. En el balance de la década, destacan también las 100 licencias de obra mayores concedidas en estos dos sectores o los 3,5 millones de euros de inversión pública en tres anualidades, para la mejora de los polígonos industriales, a través de la financiación del Ivace. “Vila-real es una ciudad fundamentalmente industrial; por esta área, que es la que más puestos de trabajo crea y la que supone las tres cuartas partes del PIB local, hemos apostado de manera decidida y lo seguiremos haciendo”, apunta el regidor.“Cuando llegamos, en el 2011, Vila-real era una ciudad depauperada, casi en la UCI, y, poco a poco, hemos ido logrando nuevas inversiones y ampliaciones de negocio, que hacen de Vila-real el centro de la industria cerámica del País Valenciano, con las tres primeras mercantiles del sector cerámico aquí, en nuestra ciudad”, agrega. Esta apuesta culminará en los próximos meses con la reactivación del PAI industrial de la carretera de Onda (CV-20), “uno de los proyectos más importantes de futuro en Vila-real, del cual podríamos empezar a ver realidades físicas a inicios de 2022”.En el apartado de gestión urbanística, Obiol recuerda la “burbuja extraordinaria” de la que ha sido víctima la ciudad, a consecuencia “del urbanismo a coste cero del PP”. “Todavía hoy en día, después de pagar ya más de 32 millones de euros en empastres, seguimos pagando en Vila-real la fiesta de algunos”, denuncia. “Para evitar que esta fiesta de otros nos cueste más dinero todavía, en estos diez años hemos caducado 10 PAI que no eran más que el caldo de cultivo para la especulación”, incide. En concreto, los programas anulados habrían afectado a 2,3 millones de metros cuadrados de suelo.El área de Movilidad tiene como principal logro la puesta en funcionamiento del primer servicio de autobús gratuito, el Groguet, único y pionero en una ciudad de las características de Vila-real, además de la creación del primer carril bici de la ciudad en 2012; punto de inicio de una red que, a día de hoy, cuenta ya con 10 kilómetros para la movilidad en bicicleta. El Plan de aparcamientos, la renovación de señalización vertical de la mano del Villarreal CF o la elaboración del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, en trámite, son otros de los hitos del departamento.El Museo al aire libre, con arte mural de figuras de renombre internacional, la intervención con fondos europeos en el Gran Casino y Tagoba -que Obiol espera poder continuar en una segunda fase con una nueva convocatoria Feder- o las diferentes actuaciones para poner en valor el entorno de la basílica de san Pascual destacan en el balance de Patrimonio. Un área en la cual Obiol no olvida mencionar otras actuaciones como la restauración del Molí de la Vila o el Plan de Embellecimiento Urbano.En el apartado de Urbanismo, el concejal destaca la apertura de nuevas calles, la gestión de la ronda Suroeste o el Vila-center, además de la creación de nuevas plazas -del Labrador y de Pasqual Font de Mora- de la mano del Villarreal CF. Pero, sobre todo, si una infraestructura destaca en el balance urbanístico de la década es la ronda Suroeste. “El Partido Popular la intentó poner en marcha, expropió los terrenos sin pagar a nadie, la adjudicataria desapareció y los millones de euros comprometidos con Vila-real todavía no sabemos dónde fueron. Ahora sí sabemos que tenemos en marcha la primera ronda de circunvalación de la ciudad, con siete millones de euros, que nos ha costado muchos esfuerzos y que pronto será una realidad, a falta de resolver la conexión con la N-340”, explica.La piscina del Termet, la CEM, el pabellón Melilla o el Campió Llorens, la instalación de Fundación Manantial en tres infraestructuras -Residencia de Ana Nebot, CRIS y Manantial Vilamico- son otras actuaciones destacadas en los últimos 10 años. A ellas se añaden gestiones como las modificaciones urbanísticas para mejorar la partida del Madrigal o “el Plan de coser la ciudad” para neutralizar “la bomba inmobiliaria del PP”, además de la creación del primer Sistema de Información Territorial de Vila-real (SIT), ahora evolucionado en el Geoportal.“Hemos hecho muchas cosas, pero quedan todavía muchas más por hacer. Tenemos un proyecto cohesionado, liderado, con ilusión y con muchas ideas. En definitiva, tenemos un proyecto de ciudad que hemos definiendo de la mano de la sociedad y de nuestras empresas. Un proyecto que hemos hecho con las manos limpias, poniendo siempre Vila-real primero”, detalla Obiol. Entre estos proyectos de futuro, el concejal de Territorio ha mencionado algunos más inminentes: la remodelación del Albergue del Termet, el intercambiador de transportes, la nueva comisaría de policía nacional, la apertura de Herarbo o el paquete de actuciones de mejora previstos en el entorno del Botànic Calduch, con la culminación del jardín, la apertura de la calle y la rehabilitación de la alquería. “En definitiva, podemos hacer un balance bueno, de mucho de trabajo y esfuerzo, honesto. Un balance que es solo una primera fase, porque lo que está para venir es más y mejor para Vila-real”, concluye.