El equipo de gobierno de la Diputación de Castellón trabaja para llevar al pleno ordinario correspondiente al mes de agosto --programado para el próximo martes 14 de septiembre-- una propuesta de declaración institucional para instar al Gobierno de España y la Generalitat a que activen ayudas de emergencia para los municipios afectados por las lluvias torrenciales. Se hace especial mención a Benicàssim y Vinaròs, las dos localidades que más han sufrido este verano la fuerza de las tormentas.El gobierno de la Diputación toma así el guante de las localidades damnificadas y hace suya la demanda de que se transfieran "inmediatamente" recursos para paliar los daños ocasionados por las trombas de agua y para recobrar la normalidad en la mayor brevedad posible. El presidente de la corporación, José Martí, se comprometió durante las visitas a las zonas inundadas a ser la voz de las personas afectadas y a reclamar a las altas instituciones su apoyo a la recuperación de los territorios afectados. "Con nuestro Consorcio de Bomberos fuimos los primeros en actuar para minimizar los efectos y ahora seguiremos apoyando a los ayuntamientos para que les llegue aquello que les corresponde", ha manifestado Martí.El texto propuesto argumenta que las fuertes precipitaciones han dejado importantes afecciones en explotaciones agrícolas y numerosas pérdidas materiales y daños en infraestructuras en Benicàssim y Vinaròs. "Es por eso que reclamaremos al Gobierno central que se declare el territorio afectado como 'zona catastrófica', que es el primer paso para poder optar a las ayudas de emergencia", ha declarado el presidente. Además de las ayudas, el documento también propone trasladar a los ayuntamientos que promuevan rebajas fiscales a través del IBI para los propietarios de parcelas cultivadas que han sido dañadas por la lluvia.El presidente ha explicado que se tratará de sumar a los dos grupos de la oposición "para que el mensaje sea más contundente y se tenga en cuenta".