La Diputación Provincial de Castellón fomenta y protege el patrimonio arqueológico e histórico de los 135 municipios y presenta un conjunto de piezas de la colección de arqueología del Museo de Bellas Artes procedentes de las últimas excavaciones realizadas por el Servicio de Investigaciones Arqueológicas y Prehistóricas (SIAP).
“Salvaguardamos el patrimonio cultural de la provincia y damos a conocer al mundo nuestra rica historia”. Con estas palabras, el diputado de Cultura de la institución provincial, Alejandro Clausell, ha puesto en valor el trabajo que han realizado los profesionales del SIAP en los yacimientos del Capitell de la Sierra Engarcerán, del Tossal de la Vila de la Sierra Engarcerán del Calvario de Montán y el Castillejo de Benafer para “recuperar parte de la historia de nuestra tierra”.
“Es muy importante potenciar estos recursos patrimoniales y culturales, no solo para convertirlo en atractivos turísticos, sino para reivindicar el pasado de nuestros municipios”, ha manifestado Alejandro Clausell, quien ha seguido diciendo que “la misión de esta Diputación es desenterrar ese rico legado de nuestros antepasados para ponerlo en valor y que revierta en oportunidades turísticas de desarrollo de los pueblos”.
De este modo, el diputado responsable del área de Cultura ha destacado el compromiso del equipo de Gobierno Provincial con la protección y conservación del valioso patrimonio arqueológico del territorio. “Castellón es una provincia con un enorme patrimonio y desde la Diputación queremos fomentar y salvaguardar el arqueológico, asegurando la conservación y protección de estos bienes culturales”, ha resaltado Clausell.
Así pues, los trabajos de investigación y excavación llevados a cabo en los diferentes yacimientos de la provincia han permitido recuperar piezas arqueológicas de un valor incalculable. “Es importante recuperar lo que se esconde debajo de las piedras de nuestro patrimonio porque nos ayuda a conocer y a comprender más la historia de nuestros pueblos”, ha indicado el diputado provincial.
Por lo que respecta al yacimiento del Capitell de Sierra Engarcerán, la excavación ha dado como resultado el hallazgo de un conjunto de monedas escondidas junto a unas piedras. Tal y como ha explicado Alejandro Clausell, “se trata de siete monedas de bronce de época romana, con una cronología que abarca del 360 al 370 d.C. Acuñadas en Roma, Arelate (Arles), Lugdunum (Lyon), Constantinopla (Estambul)”.
El conjunto de estas monedas seguramente pertenecería a una persona con acceso al entorno rural del Capitell, probablemente un pastor, que lo escondió en un contenedor del material perecedero, tal vez, una bolsa de cuero.
En el yacimiento del Tossal de la Vila de Sierra Engarcerán, los trabajos arqueológicos que se están llevando a cabo desde hace varios años han dado como resultado la identificación de un importante asentamiento de finales de la Edad del Bronce y de la época del Hierro Antiguo, con una cronología que iría del siglo IX al VII a.C.
Además, en la campaña que se llevó a cabo el pasado año se localizó una llave de hierro de un candado, “elemento que no es muy frecuente entre los materiales de la época”, ha expresado Clausell, quien ha señalado que “el yacimiento continúa siendo objetivo de excavación”.
Al igual que el yacimiento del Monte Calvario de Montán, en el cual el SIAP viene excavando desde hace una década y en el cual se han encontrado materiales metálicos tanto de la indumentaria personal, como de herramientas, como es el caso de un colgante de bronce en forma de aros, un anillo de bronce decorado, un fragmento de trípode de bronce para sostener un quema perfumes, una hebilla de hierro, hebillas para los mantos y el mango de un cuchillo.
Y, por último, en el yacimiento del Castillejo de Benafer, el Servicio de Investigaciones Arqueológicas y Prehistóricas ha recuperado una fíbula anular de bronce, broche para sujetar el manto por el hombro.
Todas estas piezas, tal y como ha manifestado el diputado responsable del área de Cultura han sido restauradas y ahora se pueden apreciar en el Museo de Bellas Artes. “Estamos muy orgullosos de haber contribuido recuperar el esplendor de estas piezas escondidas entre piedras y ponerlas en valor, porque cuidar nuestro patrimonio es garantizar que dejamos a las generaciones venideras aquello que nos explica cómo hemos sido desde nuestros orígenes”, ha concluido Alejandro Clausell.