Reciplasa, ha instalado dos separadores ópticos para vidrio en la planta de Onda que apartan el vidrio del resto de residuos y eliminan las impurezas del bioestabilizado y del compost. La empresa pública de tratamiento y gestión de residuos de la zona centro de Castelló busca “modernizarse y adaptarse a las normativas más exigentes de la Unión Europea”, explica su presidente, Ignasi Garcia. La nueva maquinaria ha costado casi 1.390.000 euros y está financiada por el plan de inversión de 40 millones aprobado en 2017 por la empresa.Tras la automatización de la línea de salida de subproductos y la instalación de puertas automáticas en los fosos de vertido llevadas a cabo hace unos meses, comenta Garcia, ahora se han puesto en marcha dos nuevos mecanismos de separación, unos balísticos y otros ópticos. “Todo ello mejorando los consumos energéticos de los equipos para reducir el impacto ambiental derivado de nuestra labor”, destaca Ignasi Garcia.La incorporación de los separadores ópticos permite clasificar diversos tipos de plásticos, CBA, metales (férricos y no férricos), P/C, vidrio y materia orgánica, entre otros. El mecanismo consiste en hacer pasar por una cinta de velocidad controlada residuos previamente clasificados bajo el campo de acción de un sensor óptico. El escáner detecta la composición del material y su posición en la cinta, al llegar al final del recorrido un bloque de electroválvulas soplan al material reconduciéndolo a su tolva correspondiente.“Hasta ahora, sin los separadores ópticos, había vidrio entre los residuos destinados al vertedero, ahora con la línea de recuperación de vidrio podemos recuperarlo y eliminar impurezas del bioestabilizado y del compost”, señala Garcia. Con esta modificación, Reciplasa prevé recuperar entre 2100 y 2800 toneladas anuales de vidrio que se reciclarán correctamente en lugar de ir al vertedero, puntualiza su presidente.“Tanto la incorporación de los separadores balísticos como la de los separadores ópticos se ha llevado a cabo con urgencia a consecuencia de la pandemia, ya que con esta maquinaria se limita al máximo el contacto de los trabajadores y las trabajadoras con los residuos”, asegura Garcia.“Con esta modernización queremos ser más eficientes reduciendo el impacto ambiental y económico de los residuos que se generan en la zona centro de la provincia de Castellón. Es un compromiso con el cumplimiento de las normativas más exigentes de la Unión Europea, pero también lo hacemos con el convencimiento de que es muy positivo para la sociedad y nuestro entorno”, concluye Ignasi Garcia.