El Juzgado de lo Penal número 3 de Castelló ha condenado a seis meses de prisión y a pagar una multa de 1.860 euros a un hombre de la Vall d’Uixó por cometer un delito de incitación al odio. El vecino publicó en Internet distintos vídeos y textos donde atacaba a ciertos colectivos y personas por motivo de ideología y religión, incitando a la hostilidad e incluso alabando al terrorismo.
En la sentencia, según adelanta el periódico Mediterráneo, se recoge que los escritos del condenado llamaban a la acción directa “contra patronos y el Estado”, a la toma de instituciones, empresas y templos e incluso al uso de la fuerza.
Enaltecimiento del terrorismo
El condenado declaraba en sus publicaciones que el 11 de septiembre, día que ocurrieron los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y dejaron casi 3.000 muertos, debería ser considerado como el “día internacional de la lucha contra el capitalismo”.
De el líder terrorista más buscado detallaba que para él Bin Laden representaba “un estilo irrepetible de lucha contra el capitalismo, ejemplo para las generaciones”, y lo definía como “el último caballero andante del planeta”.
En otros de sus textos que publicaba en su blog, animaba a “matar obispos, violar monjas y fusilar patrones”, haciendo referencia a la banda terrorista ETA. Además, también hablaba de buscar ollas a presión para cometer un atentado en la maratón de Madrid cuyos objetivos eran guardias civiles, funcionarios de prisiones, jueces y fiscales, según el condenado para “defender la justicia”.
Otros de los documentos que le han probado como acusado han sido vídeos donde apuntaba con armas hacia la Vall d’Uixó, explicando cómo fabricar un cóctel molotov para “volar” las Cuevas de San José del municipio. También aludía a Al Qaeda y a la recuperación de los “territorios perdidos”.
Amenaza a niños y colegios
En uno de los vídeos, el condenado, vestido de militar, afirma querer disparar contra colegios con niños, mujeres, ancianas y manifestantes. Además, en algunas imágenes y según recoge la sentencia, aparece con una carabina o ametralladora, que por suerte están inutilizadas pero que no aparecen inscritas en su nombre en el libro del coleccionista como exige el reglamento de armas.