Un ligero sobresalto ha interrumpido la calma nocturna en el interior de la provincia de Castellón. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha informado que un pequeño terremoto de 2,6 grados ha hecho temblar la tierra de madrugada, aunque no se ha registrado ninguna incidencia ni daño material.
El seísmo, con epicentro en la localidad de Torás, en la comarca del Alto Palancia, se produjo a tan solo 3 kilómetros de profundidad. Pero a pesar de ser considerado como un movimiento superficial, ha sido prácticamente imperceptible para la mayoría de las personas de la zona que se encontraban durmiendo en esos momentos, en torno a las 3:30 horas.
Vibración leve y sin incidencias
Sin embargo, algunos vecinos sí que han afirmado haber notado una "vibración breve", similar a un golpe seco o al paso de un camión pesado, pero sin mayores consecuencias. No se han registrado daños materiales ni heridos, y el Centro de Coordinación de Emergencias ha confirmado que no ha recibido avisos relacionados con el temblor.
Los técnicos del IGN explican que este tipo de sismos son habituales en la Comunitat Valenciana, especialmente en zonas del interior de Castellón como la comarca del Alto Palancia o en el sur de la provincia de Alicante, donde los temblores son constantes a lo largo del año con intensidades bajas.
Seguimiento y vigilancia preventiva
A pesar de la tranquilidad posterior, el Instituto Geográfico Nacional mantiene activa la vigilancia sísmica para detectar posibles réplicas. No obstante, los expertos subrayan que, con magnitudes inferiores a 3,0, es muy poco probable que se produzcan movimientos posteriores apreciables.
El temblor se enmarca dentro de la actividad sísmica normal del territorio español, donde cada año se registran miles de pequeños movimientos que rara vez causan daño. De hecho, se trata del segundo que se registra en Castellón este mes de noviembre tras el seísmo registrado en el mar la semana pasada entre Castellón de la Plana y Benicàssim.