Los resultados del proyecto «Monitorización de la pandemia Covid19 en el entorno universitario a través del análisis de las aguas residuales» (COVID_WATER UJI) han confirmado que el análisis de las aguas residuales ha permitido conocer tempranamente la incidencia de la enfermedad antes de confirmarse los positivos y, a la vez, «monitorizar cuánto tiempo está presente el virus, lo que facilita saber, por ejemplo, si hay casos asintomáticos», según han explicado los responsables del estudio, la investigadora Rosa de Llanos de la Unidad Predepartamental de Medicina y el investigador Lubertus Bijlsma, del Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas (IUPA).El acto ha contado con la participación de la rectora de la UJI, Eva Alcón, el vicerrector de Investigación y Transferencia, Jesús Lancis, el responsable del Proyecto de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana, Lluís Martínez, el responsable de la Oficina Técnica de Obras y Proyectos, José Roger, el responsable del Servicio de Prevención y Gestión Medioambiental, Jesús Miralles, el técnico de Ergonomía y Psicosociología Aplicada, Rafael Vilar, y profesorado de las dos estructuras investigadoras como Francisco López Benet y María Luisa Rebagliato.El proyecto, iniciado a finales de octubre de 2020 y con fecha de finalización de 31 de julio de 2021, ha tenido como principal objetivo la detección y cuantificación del material genético del virus SARS-CoV-2 en las aguas residuales recogidas en edificios y puntos de muestra seleccionados en el campus universitario de Riu Sec. En total doce puntos que alcanzaban cuatro de los centros (ESTCE, FCHS, FCS y FCJE), dos institutos (ITC y IUPA), la Biblioteca, los dos edificios de Espaitec, la residencia y el Rectorado; y dos puntos en los colectores generales de salida sur y norte.El equipo de investigación ha estado formado por Rosa de Llanos, Lubertus Bijlsma y las profesoras de la Unidad Predepartamental de Medicina, Manoli Barneo y Rocío Cejudo. El equipo de trabajo contaba con dos técnicos de la Oficina Técnica de Obras y Proyectos, Rafael Palomino y Reinaldo Villanueva. Además, el investigador y director del Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas, Félix Hernández ha actuado como asesor científico.Las muestras se recogían de lunes a jueves entre las 8 de la mañana y las 16.30 de la tarde, en periodos de 45 minutos. Después del análisis masivo, se secuenciaban las muestras positivas para determinar la presencia (y seguimiento) de las distintas variantes SARS-CoV-2 en las aguas. Los resultados se contrastaban con los datos epidemiológicos, lo que permitía conocer con antelación la extensión del virus entre la comunidad universitaria y facilitaba el trabajo de la comisión interna de seguimiento, encargada de establecer las normas de prevención. El estudio se presentará próximamente en el congreso internacional Testing the Waters 5 que tendrá lugar en octubre.Durante la presentación la rectora Eva Alcón ha felicitado el equipo de trabajo por el estudio desarrollado durante estos meses porque «es un magnífico ejemplo que el esfuerzo colectivo en el ámbito científico sirve para obtener respuestas a un problema global». Por su parte, el vicerrector Jesús Lancis ha agradecido la implicación de todos los centros y servicios participantes, lo que demuestra, ha comentado, «la capacidad investigadora de esta universidad» y que «el trabajo científico es multidisciplinar». Y el director del IUPA, Félix Hernández, ha destacado el potencial informativo de las aguas residuales en temas no solo epidemiológicos, sino también nutricionales, de drogas, etc.Los dos investigadores responsables han agradecido a la rectora y el vicerrector de Investigación y Transferencia el apoyo a un proyecto que «era un reto espectacular en el ámbito científico por la infraestructura necesaria y por el número de personas y diferentes servicios implicados». Por eso, de Llanos y Bijlsma han hecho extensiva la felicitación a la Unidad Predepartamental de Medicina, el Instituto de Tecnología Cerámica, al equipo del proyecto COVID_WASTEWATER integrado por técnicos de FACSA y el IUPA, y a los investigadores Jorge Mateu del Departamento de Matemáticas y la investigadora Gloria Sánchez del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos.