Parece que las restricciones no dejan de afectar a los hosteleros, y es que ayer el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, propuso que el pasaporte COVID se exija para acceder a locales relacionados con el sector turístico y del ocio y garantizar, así, la mayor tranquilidad y seguridad de las personas que se encuentran en estos espacios.Esta medida llega unos días después de que se haya limitado aforos, que pasan a ser de mesas de 10 personas en el exterior y a 6 en el interior de los locales, horarios, donde ahora se cierra a las 00:30 y a las 00:00 horas se deja de servir, e incluso cierres en algunas de estas actividades por el crecimiento de la pandemia en la Comunitat Valenciana.La situación ha hecho reaccionar a los hosteleros de Castellón, en concreto, el vicepresidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón, Luis Martí, ha explicado que, "sin conocer la letra pequeña de la propuesta, no la compartimos. Hay más del 50 % de la población no vacunada, y no es culpa suya. Con la situación actual, no veo viable la opción"."No queremos convertirnos en una especie de policía sanitaria. No es nuestra obligación comprobar ni sancionar (con la no admisión) a nuestros clientes", ha confirmado Martí, quien ha añadido que la responsabilidad sobre la seguridad sanitaria "no es nuestra, es del gobierno"."Podemos, y debemos ayudar, pero no aceptamos esa delegación de responsabilidad", ha concluido el vicepresidente de ASHOTUR.El titular de Turismo ha comunicado esta propuesta a la consellera de Sanitat Universal i Salut Pública, Ana Barceló, para que sea ella quien la traslade al Gobierno central y se debata sobre su aplicación, que para Colomer debería ser muy próxima.De aprobarse, se exigiría el certificado verde digital en el que se indica la inoculación de vacunas contra la COVID-19 para acceder a recintos culturales, conciertos, festivales, bares o restaurantes. Hasta ahora, se exige para entrar en otros territorios como turistas sin necesidad de realizarse una prueba PCR o de antígenos.En este sentido, Colomer ha destacado que podría ser un aliciente para vacunarse entre aquellas personas que han decidido no ponerse la vacuna o que dudan y que, al mismo tiempo, podría garantizar la seguridad en estos espacios y conseguir que se amplíen aforos.