El Ayuntamiento de Almassora, como ya hizo durante el conflicto de Afganistán, ha ofrecido el albergue de Santa Quitèria al Gobierno de España y la Generalitat Valenciana para acoger a familias refugiadas de Ucrania en caso de necesitar alojamiento. La Alcaldía ha seguido el canal habilitado por el Consell para ofrecer ayuda humanitaria ante el asedio de las tropas rusas.La alcaldesa, Merche Galí, ha coordinado la gestión para, como ya hizo el pasado mes de agosto con Afganistán, brindar este espacio público a las instituciones encargadas de ofrecer asilo a familias que huyen de la guerra. En caso de que acepten el edificio ubicado junto a la ermita de Santa Quitèria, volverá a cumplir el objetivo que ya asumió en 1992 con la llegada de personas procedentes de la antigua Yugoslavia.“El Servicio Municipal de Mantenimiento y Logística lo puso a punto al inicio de la pandemia para, en caso de necesitar el aislamiento de trabajadores de la naranja, que estuviera todo a punto y, posteriormente, quedó a disposición del asilo de familias afganas y hoy es momento de que pueda servir de refugio para quienes huyen de la invasión rusa en Ucrania”, según la alcaldesa.La primera edil ha recordado que ninguno de los ofrecimientos anteriores se materializó con la llegada de personas que necesitaran alojamiento temporal y, por tanto, el bloque sigue libre para garantizar un espacio digno a las familias que buscan refugio frente a la guerra declarada por Vladimir Putin a Ucrania. El centro dispone de instalaciones en buen uso, baños diferenciados, habitaciones con literas revisadas y espacios comunes para atender a familias con menores.El ofrecimiento “es una muestra de solidaridad para demostrar, como hicimos hace casi 30 años con quienes huían de Bosnia, que Almassora pone todos sus recursos a disposición de quienes más los necesitan y ahora mismo eso pasa por atender a las víctimas de la guerra hasta que puedan recuperar su vida anterior”.