Begoña Carrasco, alcaldesa de Castellón, ha presentado este martes a nueva plaza de la Merced, que se encuentra frente a la parroquia de San José Obrero y rodeada por la avenida Pintor Oliet y el Camino Viejo de l’Alcora. Un acto de en el que también han estado presentes el teniente de alcalde del Distrito Oeste, Vicent Sales, el concejal de Urbanismo, Sergio Toledo y el de Barrios, Paco Cabañero.
Esta presentación ha tenido lugar, precisamente, el día de la festividad de la Virgen de la Merced, patrona de la Orden de la Merced, comunidad instalada en la misma parroquia de San José Obrero, tras una misa en conmemoración de este día, que se ha celebrado en el exterior de la parroquia.
La alcaldesa se ha referido en su discurso a “lo necesario que es contar con calles, plazas y accesos seguros para los pequeños que van a colegios como este CEIP Jaume I y de lo conveniente que es adaptar nuestra ciudad para convertirla en lugar donde convivan nuevas formas de movilidad sostenible; y es necesario, imprescindible, adecuar el entorno de la estación de tren, mejorando zonas de aparcamiento y accesos que rodean a esta zona”.
La primera edila ha recordado también la evolución del barrio del Crémor, donde está situada esta nueva plaza.”Un barrio estuvo durante demasiado tiempo separado del resto de Castellón por la vía del tren y con una Nacional 340 que comprometía su crecimiento y la seguridad de sus vecinos”.
También ha mencionado la importancia de este nuevo espacio para la actividad de la parroquia y de los vecinos del entorno “con actos como las paellas que se celebra el 1 de mayo, día de San José Obrero, y otras festividades como la llegada de los Reyes Magos o momentos más recientes como la visita de la Mare de Déu del Lledó, con motivo de su centenario”.
No ha querido olvidar tampoco la aportación y la labor de la comunidad mercedaria durante las últimas décadas “que ha contribuido de manera más decisiva al cambio de esta parte de Castellón, tanto por en los referente a la actividad parroquial con su Centro Juvenil, siempre muy activo, como por la atención religiosa de sus frailes en la prisión de Castellón”.
“Esta es una plaza, al fin y al cabo, construida entre todos, que es sinónimo de acogida y entrega a los demás, de la unión vecinal y ejemplo del Castellón que cambiamos entre todos y que todos queremos”, ha resumido.
Una plaza abierta
También se ha construido un nuevo acceso adaptado a los edificios de la parroquia mediante una rampa elevada, a una altura de 55 centímetros y con una anchura de 3 metros, a lo largo de toda la fachada.
El presupuesto de la obra ha ascendido a 238.932 euros.