La Diputación y la UJI investigarán cómo combatir plagas y enfermedades en cultivos mediterráneos con microorganismos beneficiosos
José Martí asegura que esta iniciativa "puede resultar de gran utilidad para nuestros agricultores y puede ayudar a hacer más rentables sus explotaciones agrarias"
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Desarrollar herramientas innovadoras basadas en el uso de microorganismos beneficiosos para proteger los tres cultivos más relevantes del Mediterráneo: los cítricos, el tomate y el olivo. Este es el objetivo del proyecto Intomed, impulsado por investigadores de España, Portugal, Francia, Grecia, Marruecos y Túnez, en el cual participa Víctor Flors, profesor e investigador del Departamento de Ciencias Agrarias y del Medio Natural de la Universitat Jaume I.Intomed, proyecto seleccionado por la Fundación Prima (Partenariat for Research and Innovation in the Mediterranean Area), cuenta con el apoyo financiero de la Diputación Provincial de Castellón, que en 2020 y 2021 ha firmado sendos convenios de colaboración con la UJI por una inversión global de 200.000 euros. La rectora de la Universitat Jaume I, Eva Alcón, y el presidente de la Diputación, José Martí, han visitado hoy el laboratorio de contención biológica de la UJI donde se desarrollará la investigación y conocer su potencial para el desarrollo de una agricultura más inteligente y sostenible. Una visita a la que también han asistido el comisionado de la rectora para la Nueva Normalidad, Vicent Cervera; el director del Departamento de Ciencias Agrarias y del Medio Natural, Vicent Arbona, el investigador Víctor Flors y el director de la Oficina Técnica de Obras y Proyectos de la UJI, José Roger.El consorcio internacional en el que participa la UJI pretende el desarrollo de nuevas herramientas basadas en el uso y el conocimiento de hongos y bacterias para combatir las plagas y enfermedades en cultivos mediterráneos. «El conocimiento de los microorganismos beneficiosos y sus potenciales usos en agricultura es, en estos momentos, casi marginal. Hay una enorme cantidad de bacterias y hongos que pueden vivir en asociación con los vegetales protegiéndolos frente a enfermedades y plagas, el uso de las cuales reduciría el impacto sobre los suelos y sistemas agrícolas y redundaría en una sostenibilidad a largo plazo», ha explicado Flors.
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