Las altas temperaturas son protagonistas del día a día de los castellonenses. Tras despedir el junio más cálido desde que hay registros, julio no ha cambiado la tendencia y esta misma semana la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado la alerta amarilla por calor. Así, cada vez son más los refugios climáticos que llegan a Castellón en verano, como una de las medidas para ayudar a sobrellevarlo.
Pero, ¿qué es un refugio climático? Se trata de una zona natural o urbana que cuenta con unas condiciones ambientales que ayudan a protegerse de un contexto desfavorable, ya sea el calor o la falta de agua, pero también las bajas temperaturas en invierno. De esta forma, en verano pueden encontrarse en parques, paseos, ramblas con arbolado o zonas de agua, como ríos, playas o con acceso a agua natural, que mantienen su uso habitual pero favorecen estas condiciones mejores.
A ello se suman otros espacios, como bibliotecas, museos y espacios climatizados que, sin duda, se refuerzan como punto de encuentro en esta temporada. Además, cabe señalar que suelen tener buena accesibilidad y espacios para poder sentarse, ya que los refugios pretenden atender sobre todo a colectivos vulnerables al calor, como las personas mayores o con enfermedades y niños y niñas.
¿Castellón tiene refugios climáticos?
Cada vez son más los ayuntamientos que promueven este tipo de espacios, por lo que se recomienda consultar las redes sociales de cada consistorio o echar un vistazo a las señales que así lo marcan en los parques, avenidas con sombra o espacios naturales. Además, se recomienda echar un ojo a la propuesta cultural local en sus casas de cultura, museos, bibliotecas y salas de exposiciones.
Algunos ejemplos son los de Almassora y la Vall d’Uixó. En Almassora, el Ayuntamiento ha anunciado que está realizando varias actuaciones para incrementar las zonas de sombra con arbolado y pérgolas en la localidad para crear refugios climáticos tanto en espacios públicos como en instalaciones municipales, por ejemplo en la pista de pumptrack en la avenida José Ortiz.

La creación de esta zona de sombra se une a la plantación de moreras llevada a cabo en el patio del colegio Regina Violant, el traslado de la pérgola del antiguo colegio Santa Quitèria al centro municipal de la Raqueta, donde también se plantará más especies vegetales, la creación de una isleta vegetal en el paseo Vora Riu o la reposición del arbolado en la calle San Jaime.
Además, en la Vall d’Uixó se ha dado un paso más y se ha potenciado el proyecto de oasis climáticos por segundo año consecutivo, con seis espacios públicos que cuentan con climatización en julio y agosto.
Estos se encuentran en los centros sociales de Santiago Apóstol (barrio Toledo), la Vallense, Colonia San Antonio, Carbonaire, Llimeres y la Biblioteca Municipal, abiertos “para las personas que no tienen aire acondicionado en casa o no pueden ponerlo”, tal y como ha explicado el concejal de Servicios Sociales, Jorge Marqués. Como novedad, estarán llenos de vida, ya que se ha programado también un calendario de actividades gratuitas para el mes de julio, en el que cada día de la semana se ofrece en un centro social taichí, baile, karaoke y talleres de memoria. Además todos los espacios están equipados con fuentes de agua fresca, pasatiempos, material para pintar o hacer manualidades, libros para todas las edades y un botiquín con tensiómetro.
En este sentido, Marqués ha destacado el importante papel que tiene este proyecto no solo como oasis climático sino también “como espacio de encuentro vecinal, en el que socializar y combatir la soledad no deseada”. Así, esta iniciativa fomenta la vida en comunidad, la creación de redes de apoyo y la participación ciudadana.