Perseidas 2022: dónde ver la lluvia de estrellas de agosto en Castelló

La lluvia de estrellas de las Perseidas vuelve como cada año para ofrecer un espectáculo astronómico único

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Lluvia de Perseidas. Imagen de Muichal Mancewicz
Lluvia de Perseidas. Imagen de Muichal Mancewicz
La lluvia de estrellas de las Perseidas, conocidas popularmente como “Lágrimas de San Lorenzo”, vuelven como todos los años para hacer un espectáculo natural astronómico en el cielo de Castelló. Esta lluvia de estrellas es un proceso que ocurre cuando las partículas de polvo de la estela del cometa Swift-Tuttle se encuentran con la atmósfera terrestre, que acaba por desintegrarlas con destellos que iluminan el cielo.Si quieres ver la lluvia de estrellas de agosto en Castelló, es recomendable abandonar la ciudad y los núcleos de población, ya que son zonas con una mayor contaminación lumínica, luz de las farolas e inmobiliario público, que impiden la plena visualización del cielo nocturno. Además, también es necesario comprobar el estado del cielo para comprobar que no hayan nubes que impidan el disfrute de este maravilloso fenómeno espacial.Según los expertos, se podrán avistar un total de 100 estrellas fugaces por hora en lugares fuera de las ciudades y con una gran oscuridad y cielos despejados. Sin embargo, teniendo en cuenta el brillo de la luna, que se espera que esté en su máxima fase para esta época, el número real de perseidas visibles puede llegar a reducirse a unas 50 estrellas fugaces por hora.Este año, la lluvia de Perseidas se mantendrá en nuestro cielo hasta el 24 de agosto. Sin embargo, los mejores días de visibilidad de las estrellas será desde la noche del 11 de agosto hasta la madrugada del 13 de agosto. Los expertos aseguran que el mejor día para disfrutar del espectáculo será la madrugada del 12 al 13 de agosto, entre las 04:00 y las 05:00 horas.El registro más antiguo que se tiene de la actividad de las Perseidas es del año 36 d. C., de los anales históricos chinos donde se cita un pico de meteoros en esas fechas. Pero no fue hasta 1835 cuando el astrónomo belga Adolphe Quetelet muestra que se produce una lluvia de meteoros, de forma cíclica en agosto, con su radiante en Perseo.

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