El alcalde de Vila-real, José Benlloch, se ha reunido esta semana de urgencia con técnicos del área de Urbanismo para evaluar las soluciones al desprendimiento de unas losas de la fachada de la casa consistorial, debido al elevado desgaste que acumulan por el paso del tiempo y el impacto de las altas temperaturas. Para garantizar la máxima seguridad y la normalidad tanto en el acceso al edificio como en el uso del espacio durante las próximas fiestas patronales, se ha contactado con varias empresas locales para instalar en la zona un andamio. “Con esta estructura, garantizaremos la seguridad y podremos proceder a la revisión de todas las losas de la fachada, para comprobar su estado y asegurar que no se produzcan más desprendimientos”, valora Benlloch.
“Construido en los años 60 del siglo pasado, el edificio de Ca la Vila está sometido a una fuerte presión climática, expuesto todo el día al sol, las lluvias y los cambios de temperaturas. Esto, sumado al deterioro por el paso del tiempo, ha provocado este desprendimiento de la fachada que nos ha obligado a acotar con vallas el acceso al edificio. Pero, ante la proximidad de las fiestas patronales de la Virgen de Gracia, que tienen en la plaza Mayor uno de sus puntos neurálgicos, vamos a actuar de urgencia para instalar un andamio, retirar las vallas y poder seguir utilizando el espacio con normalidad y total seguridad, ya que modificar ahora los actos que tienen la plaza como escenario sería una locura”, argumenta el alcalde. Este andamiaje, además, responde a la necesidad de “evaluar una a una” todas las losas que componen la fachada del ayuntamiento. “Por recomendación de los técnicos municipales, vamos a comprobar el estado de todas las piedras de la fachada, ya que, debido a las condiciones del edificio, hay dudas de que puedan producirse nuevas caídas”, agrega. De esta manera, se revisará toda la fachada y se dará solución a las losas desprendidas y aquellas que puedan suponer algún riesgo, sin entorpecer el desarrollo de las fiestas y el acceso a Ca la Vila.