El alcalde de Vila-real, José Benlloch, y la concejala de Hacienda, Sabina Escrig, han estado trabajando toda la mañana para tramitar las modificaciones de crédito necesarias en el presupuesto prorrogado –ya que el de 2024 no entrará todavía en vigor hasta inicios de septiembre- para buscar e incorporar los recursos necesarios para poder realizar las contrataciones de las próximas fiestas. Además, también han estado trabajando en nuevas relaciones de pago para saldar en las próximas semanas los 1,2 millones de euros en facturas pendientes de liquidar de años anteriores. Entre las facturas que se incluirán en estos pagos, Benlloch destaca los 564.190,08 euros por facturas de la luz. “Un suministro que, a lo largo de los últimos tres años, nos ha generado un grave desequilibrio presupuestario”, señala. El alcalde recuerda que la crisis energética es, de hecho, uno de los factores de la “tormenta perfecta” a la que ha tenido que hacer frente el Ayuntamiento de Vila-real en estos últimos años y que han provocado el retraso en los pagos a proveedores.
“Hemos hecho un tremendo esfuerzo por poner al día al Ayuntamiento en todos los pagos pendientes fruto de esa tormenta perfecta que hemos vivido”, agrega. En esa “tormenta perfecta” han impactado cuestiones como la merma de ingresos, el efecto de las medidas de apoyo a la economía por la covid o la guerra de Ucrania, además del retraso en la entrada en vigor del presupuesto, las dificultades de personal en el consistorio o la crisis de precios y energética, además de la inestabilidad por la celebración de elecciones locales, autonómicas y generales en un mismo año. Estas causas se añaden a “una circunstancia que sólo vivimos en Vila-real: los más de 60 millones de euros pagados de la herencia que nos dejó el Partido Popular, entre empastres urbanísticos y endeudamiento”.
En cuanto al encarecimiento de los suministros y, en particular, de la factura eléctrica, los datos del departamento de Hacienda avalan el incremento de costes, que llegaron en 2022 a multiplicarse por tres. Así, de los 1.103.185 que costó la electricidad en 2020, se pasó dos años después a un recibo de más de 3,2 millones de euros. “El año pasado, aunque los costes no fueron tan desorbitados, la factura de la luz se cerró en los 1.675.014 euros, es decir medio millón de euros más de lo que nos costaba tres años atrás. Un ejemplo más del grave impacto que la coyuntura internacional, sumada al lastre de la herencia del PP, ha tenido en nuestras cuentas en los últimos años”, detalla Benlloch.
“A pesar de todo, con mucho esfuerzo y gracias al trabajo de los técnicos municipales, hemos conseguido poner prácticamente al día los pagos pendientes, a falta de estos expedientes que estamos ultimando”, agrega el alcalde, quien ha querido también pedir disculpas por la demora a los proveedores municipales. Así, además de los 2,3 millones de euros que se han abonado en las últimas semanas, el área de Hacienda llevará al próximo Pleno ordinario relaciones de pago por valor de un millón de euros. Tras estos pagos, apenas quedarán del año pasado 126 facturas por importe de 237.000 euros, que el departamento de Hacienda trabaja para poder liquidar también en el próximo Pleno. “Si finalmente no llegamos, se convocará otro Pleno extraordinario apenas sea posible para liquidar completamente estos últimos pagos pendientes, en su mayoría facturas de mantenimiento de ascensores, limpieza y gas”, concluye Benlloch.