Los trabajos para enterrar la línea de media tensión paralela a la calle Ermita que se iniciaron el pasado mes de mayo la empresa Iberdrola, con la colaboración del Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Vila-real, se han retomado recientemente con la llegada de maquinaria de mayor potencia y unas características técnicas apropiadas "a causa de la dureza del subsuelo", tal como explica el teniente de alcalde de Territorio, Emilio M. Obiol, que indica que las labores podrían alargarse hasta el inicio del verano. La actuación para soterrar esta línea, que incluye la eliminación de cinco torres, entre ellas la situada en la calle Tramontana, y la sustitución del centro de transformación (CT) Virgen María de Gracia por otro en una nueva ubicación, contó con una primera fase consistente en la realización de las correspondientes catas y el análisis de las características del terreno.
Obiol recuerda que ya estaba previsto que las obras se ejecutaran por fases y que quedaron suspendidas, el 15 de junio pasado, para evitar las molestias por ruido y polvo, así como el riesgo de accidentes y los cortes eléctricos durante el verano.
El presupuesto de ejecución, a cargo íntegramente de Iberdrola, es de 156.000 euros además del medio millón de euros que supondrá la inversión en infraestructura eléctrica, y contempla la demolición del CT, la construcción de un nuez y el soterramiento de la línea, eliminando las cinco torres de apoyo existentes en masets, fincas y en la calle Tramontana. Para lo cual, ya han empezado a cavarse raídas en el carril bici de la calle Ermita, en una longitud de 600 metros lineales desde la calle Monestir del Puig hasta el Termet. También se mejorará la línea de baja tensión de la calle Pineda y alrededores.
El edil de Territorio ha recordado que, con esta obra, se dará solución a "una reivindicación histórica" como es la eliminación de los conocidos como palomares y el paso de la línea aérea por fincas y zona residencial.