El mes de abril llega a Castellón con una etapa de renovación para su comercio local. La calle Enmedio, uno de los principales viales comerciales del centro, se convierte en el epicentro de varias nuevas aperturas, lo que supone una bocanada de aire fresco para sector empresarial castellonense tras varios meses de incertidumbre.
La Calle Enmedio vuelve a atraer a grandes marcas
La Calle Enmedio, que en los últimos meses ha perdido varios establecimientos clave, está experimentando una revitalización gracias a la apertura de nuevas firmas. Una de las aperturas más destacadas ha sido la de Tiger. La franquicia danesa que acaba de mudarse a un nuevo local en el número 5 de la calle, después de haber cerrado su anterior tienda en la misma zona.
Este traslado ha dejado un vacío en el centro de la ciudad, un espacio grande y de gran visibilidad que, por el momento, no ha encontrado reemplazo. El nuevo establecimiento de Tiger ocupa el lugar que hasta hace poco ocupaba Benetton, que cerró definitivamente sus puertas el pasado 22 de febrero después de más de 20 años de actividad en la ciudad.
En el mismo tramo de calle, justo enfrente de Tiger, se ha abierto la tienda de Lola Ruiz, una firma de moda española que llega con fuerza al centro de Castellón. Esta apertura ocupa el espacio que anteriormente albergaba a Florentino, una marca textil masculina que, a pesar de su breve paso por la ciudad, no logró consolidarse y cerró sus puertas tras apenas 11 meses de actividad.
Otro de los grandes cambios en el centro de Castellón es la apertura de Soloptical, una nueva óptica que ha ocupado el local de Pull & Bear en el número 50 de la calle Enmedio. Este local, que durante casi tres décadas fue parte de la cadena Inditex, había quedado vacío después del cierre de la marca el 31 de enero.
El comercio en Castellón ha vivido tiempos difíciles en los últimos años. La digitalización, la creciente popularidad de las compras online y la competencia de grandes superficies han puesto a prueba la resistencia de los comercios locales, especialmente en el centro de la ciudad. La desaparición de tiendas históricas ha dejado una huella en el panorama comercial, y el cierre de grandes marcas como Zara, que abandonó su local en la calle Vera, en la Plaza Santa Clara, tras 31 años de actividad, fue uno de los momentos más impactantes para el sector.
La salida de Zara, que coincidió con la campaña de rebajas de invierno de 2024, dejó un vacío que aún no ha sido ocupado. Sin embargo, a pesar de estos cierres emblemáticos, el centro de Castellón sigue siendo un lugar de gran potencial para nuevos negocios. Se espera que en los próximos meses, el local de Zara sea ocupado por Druni, una cadena de perfumerías y cosmética que podría contribuir a revitalizar la zona y atraer a nuevos clientes.