El nuevo contrato de conservación y mantenimiento de las zonas ajardinadas de Benicarló ya está funcionando a pleno rendimiento. El concejal de Medio Ambiente, Borja Castell, y el ingeniero de la empresa adjudicataria, Agricultores de la Vega de Valencia (SAV), Francisco Gómez, han hecho hoy una primera valoración de la puesta en marcha de esta nueva adjudicación, que mejorará el servicio y, además, permitirá reducir el volumen de facturas extrajudiciales que debía aprobar el Pleno.
Así lo ha reconocido Castell, quien ha señalado que «en poco más de un año, desde la Concejalía de Medio Ambiente hemos licitado y adjudicado el contrato para la prevención y control de la legionela, el contrato de la desratización y desinfección, y ahora también el contrato del mantenimiento de jardines, de manera que solo nos queda pendiente el contrato del servicio de abastecimiento de agua potable y alcantarillado». «Estamos hablando —ha insistido el concejal— de algo más de un millón de euros en servicios que ya están regularizados y, por tanto, no se tendrán que pagar a través del procedimiento extrajudicial».
Borja Castell ha agradecido el trabajo realizado por la anterior empresa adjudicataria y ha destacado que «con este contrato incorporaremos dos operarios más, que sumados a los seis que ya había anteriormente y que han sido subrogados por la nueva empresa adjudicataria, son 8 operarios, además del responsable del servicio».
El ingeniero de Agricultores de la Vega de Valencia ha puesto el foco en la sostenibilidad. «Somos una empresa 100% valenciana y estamos comprometidos con la sociedad y con nuestra tierra», ha señalado Francisco Gómez, quien ha anunciado varias de las medidas que tomará la empresa: «utilizaremos vehículos y maquinaria 100% eléctrica, lo cual reducirá mucho el nivel de ruido y de molestia a la ciudadanía».
«Además —ha añadido el representante de SAV—, más allá de que utilizaremos productos fitosanitarios 100% ecológicos, nuestra apuesta para luchar contra las plagas se basa en que sean las propias plantas las que creen su propia resistencia a los insectos». «No se trata de aplicar insecticida, sino de que sea la planta la que ofrezca resistencia a las plagas». Por último, Gómez se ha referido a la lucha biológica, es decir, a la suelta de fauna depredadora de insectos para controlar las plagas.
El nuevo contrato de conservación y mantenimiento de las zonas verdes de Benicarló, con un valor de 650.000 euros, garantizará durante cuatro años el mantenimiento de los parques, zonas verdes, árboles y palmeras de la ciudad.