Este fin de semana, los rincones de Burriana se llenan de color y de flores con la celebración de las Cruces de Mayo 2025. Una emblemática tradición declarada de Interés Turístico Autonómico que es toda una muestra de la creatividad de sus fallas y que se podrá disfrutar desde este viernes hasta el domingo.
Aunque es una tradición muy arraigada en la ciudad, lo cierto es que este año llega con un cambio clave, siguiendo con lo celebrado en 2024: su fecha. El año pasado, la Junta Local Fallera aprobó en pleno que estas cruces se instalarían el tercer fin de semana de mayo y no el primero por la diferencia en el precio de la flor.
Trabajo de las comisiones
Las Cruces de Mayo de Burriana constituyen una de las tradiciones más queridas y representativas de esta ciudad castellonense. Esta celebración, con un fuerte arraigo popular, se ha desarrollado históricamente durante el primer fin de semana de mayo, coincidiendo con el Día de la Madre. Sin embargo, por segundo año consecutivo, las comisiones falleras de la localidad han decidido trasladar su celebración al tercer fin de semana del mes, concretamente los días 16, 17 y 18 de mayo de 2025.
Este cambio no es arbitrario. Las comisiones argumentan que, al celebrarse más tarde, pueden evitar el elevado precio de las flores que suele registrarse durante la primera semana del mes, coincidiendo con otras festividades importantes. De esta manera, se consigue optimizar los recursos disponibles sin sacrificar la espectacularidad de los monumentos florales. “Volver al tercer fin de semana consolida un cambio para continuar engrandeciendo las Cruces de Mayo y, además, permite a las comisiones falleras disponer de más tiempo para la elaboración de estas singulares muestras artísticas”, ha señalado la concejal de Fiestas de la ciudad, Paloma Boix.

Arte efímero en cada rincón
Recientemente declaradas Fiesta de Interés Turístico Autonómico, las Cruces de Mayo no son simplemente una muestra decorativa: son auténticas obras de arte efímero. Cada cruz, confeccionada tradicionalmente con claveles, se acompaña de jardines florales y escenografías llenas de color y detalle. Las calles de Burriana se transforman en un verdadero espectáculo visual y olfativo, en el que la flor es la gran protagonista. La creatividad de las comisiones falleras se pone a prueba en cada edición, dando lugar a montajes únicos que combinan tradición, innovación y devoción.
El origen de esta tradición se remonta a mediados del siglo XX. Fue en el año 1944 cuando, por primera vez de forma oficial, se documentó la celebración de las Cruces de Mayo en Burriana. El documento, fechado el 1 de mayo de ese año, fue firmado por Salvador Dosdá, presidente de la Comisión de Fiestas. En él se formaliza la celebración de esta iniciativa impulsada por los falleros, quienes quisieron rendir homenaje a la festividad de la Invención de la Santa Cruz, conmemorada el 3 de mayo en honor a Santa Elena. Desde entonces, cada año las calles se llenan de color, vida y tradición en torno a estas cruces florales.
Además de su valor artístico, las Cruces de Mayo tienen también un fuerte componente simbólico para las comisiones falleras, ya que su celebración marca el inicio del calendario festivo fallero. Es una manera de mostrar la vitalidad y el compromiso de cada comisión con las fiestas josefinas, y de mantener viva una tradición que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia.