Benlloch anuncia la prórroga del presupuesto en 2024 por las dificultades de personal y la imposibilidad de aprobar el préstamo para pagar 1,3 millones de “empastres del PP”

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El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado hoy que ha ordenado la prórroga del presupuesto de 2023, ante la imposibilidad de aprobar las cuentas antes de que acabe el ejercicio por un cúmulo de motivos entre los que vuelve a jugar un papel destacado la herencia de los gobiernos del Partido Popular. El bloqueo al préstamo planteado por el gobierno municipal para pagar los 1,3 millones de euros en sentencias firmes “por los empastres y el urbanismo de monopoly del PP” ha obligado a modificar la hoja de ruta del equipo de gobierno y a recalcular las previsiones iniciales; una situación a la que se suman otras de gran gravedad como las dificultades de personal tras la marcha del jefe de la Oficina Presupuestaria, o la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que declara inconstitucionales las prórrogas a la moratoria de la ley urbanística valenciana. A estos motivos se une la incertidumbre, a día de hoy, sobre los ingresos de Gobierno, Generalitat y Diputación de que puede disponer el Ayuntamiento.

Hace un mes y medio, teníamos el propósito y la hoja de ruta claras para poder aprobar las cuentas en tiempo y forma e iniciar el año con los nuevos presupuestos aprobados. Pero ha sido y será imposible”, valora Benlloch, quien ha dado ya la orden a la concejala de Hacienda y a la Intervención para prorrogar el presupuesto de 2023. “Esto quiere decir que el 1 de enero de 2024, el Ayuntamiento abrirá la persiana con total tranquilidad, con un presupuesto prorrogado que garantiza el funcionamiento del consistorio. No es lo ideal; lo ideal sería empezar el año con un nuevo presupuesto, que permita también firmar los convenios con nuestras entidades o hacer frente a las pocas inversiones que tenemos, pero estos 12 años hemos vivido en una crisis permanente”, lamenta Benlloch, en alusión a los 60 millones de euros pagados ya por la herencia urbanística y de deuda del PP, la covid o el impacto de la guerra de Ucrania. “A pesar de todo esto, trabajando juntos y juntas, hemos logrado mantener a flote el barco a la deriva que nos dejó el PP y avanzar como nunca como pueblo”, puntualiza.

“En 2011, encontramos una ciudad en la ruina, con menos habitantes, el doble de paro, empresas y comercios agonizando y una Ayuntamiento secuestrado para los intereses de un partido, el PP, además de 10 millones de euros en facturas en los cajones, una ciudad con obras abandonadas y convertida en un casino y un monopoly. Una década después, hemos logrado superar todas estas dificultades y en la próxima década nos jugamos la consolidación de lo que hemos logrado estos años”, señala.

“Por tanto, la situación de hoy no es peor que la que heredamos. Es mucho mejor, con diferencia. Eso no quiere decir que podamos relajarnos; al revés, trabajamos siempre para defender los intereses de Vila-real, primero”, agrega Benlloch, quien h detallado los motivos que han llevado a no poder aprobar el nuevo presupuesto. “En primer lugar, no haber podido aprobar el préstamo de 1,3 millones hace ahora mes y medio, supone que ese dinero debemos ponerlo en algún sitio, porque las sentencias se tienen que pagar. Eso nos ha llevado a recalcular las previsiones que teníamos y que trasladamos también a los grupos desde el primer día”, explica. De estos 1,3 millones, se logró pagar con fondos propios 109.000 euros, por lo que quedan 1,2 millones -correspondientes a sentencias por la apertura de la avenida de Francia, calles Germanies, Sant Vicent de Paül y ronda Suroeste- que “alteran el presupuesto” y lo elevarán de los 53,5 millones a unos 54,5 millones de euros.

Junto al préstamo para pagar “empastres del PP”, la otra gran dificultad para poder aprobar antes de fin de año el presupuesto está en los problemas de personal, tras la marcha, hace más de un mes, del jefe de la Oficina Presupuestaria. “Hemos sacado un concurso en los departamentos de Economía, Intervención, Tesorería, y no se ha presentado nadie. Después hemos abierto el concurso a todo el Ayuntamiento y tampoco se ha presentado nadie. Por tanto, estamos sin jefe de la Oficina Presupuestaria, cuyos informes son preceptivos para poder aprobar un presupuesto”, explica. La incertidumbre de las aportaciones de otras instituciones, que están aprobando ahora sus presupuestos o que incluso, como el Gobierno central, también lo han prorrogado, se añade a las dificultades municipales. “Por si no había bastante, hemos conocido, precisamente en un momento en el que iba a debatirse en las Cortes Valencianas una posible enmienda para volver a prorrogar la moratoria de los aprovechamientos urbanísticos en los ayuntamientos, una sentencia del Tribunal Constitucional cuyo impacto todavía no conocemos. Estamos analizando el riesgo que puede suponer para Vila-real con los servicios técnicos, los abogados… no es un tema sencillo y, evidentemente, también tendremos que tenerlo en cuenta de cara al presupuesto de 2024, si hay que prever algún tipo de partida para imprevistos”, agrega.

En cualquier caso, el alcalde ha querido lanzar un mensaje de calma. “En los 12 años que llevamos en el gobierno municipal, en cinco ocasiones se aprobó en tiempo y en las otras ocho, tuvimos que prorrogar el presupuesto y aprobar las nuevas cuentas con el año iniciado. Y nunca ha sido un problema de inestabilidad política, sino de hacer frente a los empastres e ilegalidades del PP en Vila-real”, concluye.

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