Así conquistó Peñíscola a Hollywood, Netflix y HBO

La ciudad amurallada de Castellón triunfa como plató de películas y series de éxito internacional, atrayendo turismo y cámaras a partes iguales

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Imagen aérea de Peñíscola
Imagen aérea de Peñíscola

Peñíscola se ha convertido en mucho más que una postal mediterránea. Este municipio costero de la provincia de Castellón es hoy sinónimo de historia, belleza y, sobre todo, cine. Su inconfundible silueta coronada por el castillo del Papa Luna ha seducido a directores de todo el mundo, posicionándola como uno de los grandes destinos cinematográficos de España.

Desde superproducciones de Hollywood hasta series de Netflix y HBO, Peñíscola se ha consolidado como un escenario de rodaje de referencia, capaz de transformarse en cualquier ciudad legendaria o reino ficticio sin perder su esencia. Esto no solo ha dado visibilidad internacional a la localidad, sino que ha impulsado un potente turismo de cine que la distingue en el mapa turístico de la Comunitat Valenciana.

Un plató natural con siglos de historia

Lo que hoy enamora a las cámaras es el resultado de siglos de historia. Situada sobre una península rocosa y rodeada de mar por tres de sus lados, Peñíscola combina un casco antiguo perfectamente conservado, murallas medievales, callejuelas empedradas y vistas panorámicas de película. Su fotogenia natural la convierte en el lugar perfecto para rodajes históricos, fantásticos o épicos.

La primera gran producción que la catapultó al estrellato fue El Cid (1961), dirigida por Anthony Mann y protagonizada por Charlton Heston y Sophia Loren. Parte del casco antiguo y el castillo templario fueron adaptados como escenarios del medievo español, y la repercusión fue inmediata: Peñíscola quedaba oficialmente inscrita en la historia del séptimo arte.

De Juego de Tronos a Netflix: rodajes recientes

Más de medio siglo después, las cámaras siguen llegando. Uno de los hitos más destacados de los últimos años fue la elección de Peñíscola como localización en la sexta temporada de Juego de Tronos (2016). La ciudad amurallada se transformó en Meereen, una de las urbes clave del universo de George R. R. Martin, y la repercusión fue global. Turistas de todo el mundo llegaron atraídos por la serie, buscando los escenarios donde pasearon personajes como Tyrion Lannister o Gusano Gris.

Rodaje en Peñíscola
Rodaje en Peñíscola

Pero no ha sido la única. Peñíscola también ha aparecido en series como El Ministerio del Tiempo, Águila Roja o El Chiringuito de Pepe, y en producciones de plataformas como Netflix, HBO y Amazon Prime Video. Incluso estudios como Marvel han mostrado interés por sus localizaciones, reforzando su papel como enclave audiovisual de primer orden.

Turismo de cine: una apuesta estratégica

La consecuencia directa de esta actividad audiovisual ha sido el crecimiento del llamado turismo cinematográfico. Peñíscola ha sabido capitalizar su fama en la pantalla grande y pequeña, desarrollando rutas guiadas, visitas tematizadas y material interactivo para cinéfilos. El visitante puede recorrer los puntos exactos donde se rodaron escenas míticas, mientras descubre el patrimonio local desde una nueva perspectiva.

La Diputación de Castellón ha impulsado un mapa interactivo de rodajes en Peñíscola, una herramienta digital que permite localizar todas las zonas utilizadas como plató en películas y series. Este recurso, ideal para amantes del cine y curiosos, refuerza el vínculo entre cultura, tecnología y turismo.

Según datos de Turismo de la Comunidad Valenciana, cada gran rodaje provoca un incremento notable en las visitas, especialmente de turistas extranjeros. Esta proyección internacional convierte a Peñíscola en un ejemplo exitoso de cómo el cine puede dinamizar la economía local y diversificar la oferta turística, más allá del sol y playa.

Un enclave de cine... y mucho más

Aunque la cámara se apague, Peñíscola sigue deslumbrando. La combinación de historia, mar y cultura mediterránea convierte a esta localidad en una joya del litoral valenciano. Además de su imponente castillo y sus murallas, el visitante encuentra una rica gastronomía basada en productos del mar, playas galardonadas y una agenda cultural viva todo el año.

El creciente número de rodajes ha servido para renovar la imagen de Peñíscola sin renunciar a su identidad. Hoy es uno de los lugares más buscados por viajeros que buscan algo diferente: vivir una historia… o rodarla.

Como dice el lema turístico local, Peñíscola es “una película que puedes vivir”. Y razones no le faltan.

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