Natalia Villoria de Repsol: "No solo aportamos energía: ayudamos a los festivales a ser más sostenibles con soluciones reales y medibles"

Natalia Villoria, directora de Publicidad, Patrocinio y Relaciones Públicas de Repsol, detalla cómo la compañía impulsa su estrategia energética a través de la música en un festival como el FIB

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Espacio Repsol en FIB 2025
Espacio Repsol en FIB 2025

Con más de 80 eventos culturales patrocinados en 2025, Repsol afianza su apuesta por vincular la transición energética con el ocio y la cultura. Este año, la compañía suministra 28.000 litros de combustible 100% renovable al Festival Internacional de Benicàssim (FIB), evita la emisión de 78 toneladas de CO₂ y lidera acciones de economía circular y concienciación medioambiental. Natalia Villora, directora de Publicidad, Patrocinio y Relaciones Públicas de Repsol, nos cuenta cómo diseñan estas acciones y por qué creen que la sostenibilidad debe formar parte de la experiencia del público.

¿Cuál es el principal reto que supone para Repsol el uso de 28.000 litros de combustible renovable en un festival como el FIB?

El reto principal depende, sobre todo, de que el festival quiera utilizar infraestructuras que soporten el uso de este tipo de combustible. En este caso concreto, todos los generadores del Festival de Benicàssim —que alimentan los cinco escenarios, zonas comunes, el área de restauración o el camping Villacamp— están preparados para funcionar con combustible 100% renovable. Eso facilita que podamos suministrarlo y lograr una reducción de emisiones muy significativa: hasta un 90% menos de CO₂ respecto al combustible de origen mineral que se utilizaba antes. Y eso es un avance muy importante que demuestra cómo la colaboración entre empresas y festivales puede tener un impacto directo en la sostenibilidad del evento.

Repsol tiene acceso a muchas fuentes energéticas. ¿Cómo elegís cuál aplicar en cada evento? ¿Por qué aquí combustible renovable y no solar, por ejemplo?

Como empresa experta en energía, cada vez que abordamos un proyecto de colaboración con un socio cultural —sea un festival, un certamen gastronómico o un evento cinematográfico— realizamos un estudio técnico. Analizamos el tipo de recinto, la duración del evento, el tipo de energía que requiere cada zona y las infraestructuras disponibles. A partir de ahí, proponemos las soluciones más eficientes y viables desde el punto de vista medioambiental y técnico. En el caso del FIB, por ejemplo, además del uso de combustible renovable en todos los generadores, también hemos instalado nuestro espacio “Con toda la energía”, que funciona con electricidad generada mediante energía solar.

 

Natalia Villoria Repsol

Natalia Villoria, directora de Publicidad, Patrocinio y Relaciones Públicas de Repsol

Una de las iniciativas más llamativas es la recogida de aceite usado de cocina. ¿Cómo funciona esa logística dentro del festival?

Los combustibles renovables que empleamos en este tipo de eventos se fabrican a partir de residuos. Uno de los más comunes y útiles es el aceite de cocina usado. Lo que hacemos en el festival es montar toda la infraestructura de recogida en la zona de restauración y food trucks. Recolectamos ese aceite usado y lo llevamos a nuestras instalaciones, donde lo transformamos en combustible renovable. De este modo, cerramos un círculo virtuoso de economía circular: lo que era un residuo en el festival se convierte en una fuente de energía para próximos eventos. Es un sistema que estamos replicando en muchos otros festivales y que tiene muy buena acogida, tanto por parte de los organizadores como del público.

¿Esta estrategia está centrada solo en festivales de música o también abarca otros sectores culturales?

Nuestra línea de patrocinio se está expandiendo de forma muy decidida en el ámbito del ocio. Estamos trabajando con la música, pero también con el cine, con eventos culturales y con la gastronomía. Por ejemplo, estamos presentes en festivales de cine tan relevantes como el de Málaga, Sitges o San Sebastián, y en más de 80 eventos a lo largo del año. Esto nos permite acercarnos a distintos públicos y adaptar nuestras acciones según el entorno. La música tiene un componente emocional y de conexión muy potente, pero no es el único sector con el que colaboramos.

¿Qué acciones habéis preparado dentro del FIB para conectar con el público más allá del suministro energético?

En el espacio Repsol que hemos creado dentro del festival ofrecemos un punto de recarga de móviles alimentado con energía solar, una zona de descanso donde los asistentes pueden sentarse, tomarse un café, relajarse… Además, hemos incluido uno de nuestros “soletes” de la Guía Repsol, que nos permite hacer una conexión directa entre energía y gastronomía local. También organizamos sesiones de DJs en ese mismo espacio, con tres sesiones diarias. La selección de los artistas la hacemos en conjunto con el equipo de producción del festival, teniendo en cuenta el perfil del público y la disponibilidad de los DJs. Es una manera de enriquecer la experiencia del asistente y también de transmitir los valores de nuestra marca en un entorno de disfrute.

¿En qué medida sentís que estas acciones están siendo percibidas como valiosas por el público joven?

Cada vez más, el público joven —y no solo joven— valora la sostenibilidad como parte importante de su experiencia cultural. Ya no se trata solo de ir a un festival y pasarlo bien, sino de que esa experiencia esté alineada con valores que son fundamentales hoy. Y eso incluye preocuparse por el medio ambiente, saber que se están reduciendo emisiones, que se están reutilizando residuos o que las marcas que patrocinan el evento tienen un compromiso real. Desde Repsol creemos que el valor que aportamos no es solo energético, sino también en conocimiento técnico, en soluciones adaptadas a cada caso, y en una forma de colaborar que ayuda a que el evento mejore su huella de carbono.

 

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Espacio Repsol - FIB 2025

¿Qué peso tiene todo esto en vuestra estrategia general de marca?

Nuestro objetivo es tener impacto real y medible, y para eso necesitamos trabajar con socios que compartan esa visión. Los organizadores que entienden la importancia de reducir su huella ecológica encuentran en Repsol un aliado que no solo les suministra energía, sino que les acompaña en ese camino. Por eso nuestras colaboraciones suelen ser exitosas: porque son fruto de una escucha activa, de análisis previos, y de una implementación seria y profesional.

¿Nos puedes contar algún ejemplo más allá del FIB?

Sí, claro. Por ejemplo, trabajamos también con el Parque Warner en Madrid, y eso ya no es una colaboración puntual, sino con una infraestructura que está abierta todo el año. Allí el reto es diferente, porque se trata de una instalación fija y continua. También estamos presentes en el Arenal Sound, en el Feel Festival y muchos más. Estos eventos nos permiten acercarnos a públicos muy diversos, incluyendo la generación Z, con la que queremos establecer una relación basada en la innovación, la sostenibilidad y el entretenimiento.

 

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